Prueba de la Moustache Samedi 27 Xroad 2 Open Smart System

Todavía me acuerdo de la primera vez que conocí las Moustache: fue hace unos diez años cuando, recién aterrizada en España, la marca nos mostró sus modelos. Por aquel entonces, había varios elementos que las distinguían: en primer lugar, claro, sus peculiares manillares, que hacían honor al nombre de Moustache por su forma, por decirlo de algún modo, de "bigote". También, claro, porque toda su gama era eléctrica (una rareza en aquel momento), sus acabados excelentes y la orientación de su catálogo, de forma exclusiva, urbana.

En este tiempo, muchas cosas han cambiado en Moustache. Sobre todo una: la variedad de opciones en su catálogo es mucho, mucho más amplia, y ahora abarca muchos más espectros del ciclismo. Los manillares también se han "normalizado". Pero lo que sigue siendo inherente a la marca de Thaon-les-Vosgues es su exclusividad eléctrica (siempre, además, fieles a Bosch eBike Systems), el cuidadísimo diseño y la buena mano para hacer bicicletas de ciudad.

Bicicletas de ciudad de paseo. De carga. Incluso híbridas y aventureras. O, como en este caso, un poco de todo, porque hablamos de un modelo que, de una forma sorprendente (y ojo, esto no es en absoluto publicidad) combina deportividad y confort. La Moustache Samedi 27XRoad 2 Open (la unidad que hemos probado, de cuadro abierto, aunque también está disponible con un cuadro convencional, con el que pierde el adjetivo 'Open') es una bicicleta eléctrica para el asfalto, perfectamente capaz de salir a la tierra (es más, podríamos decir que parece "disfrutar" aún más en ese elemento) y, para colmo, con un precio razonable: 3.699€. Pero vamos a contártelo todo aquí.

Elegancia Moustache

Sí: las Moustache son especiales. Será por la pintura, por los elementos negros que suelen abundar en sus bicicletas o, sencillamente, por la mezcla de muchos factores de difícil explicación racional, pero las bicicletas francesas tienen personalidad. Y al sacar de la caja esta Samedi 27 Xroad 2 Open, lo primero que pensamos es en lo bonita que es. Es raro, porque Moustache suele ofrecer sus modelos en distintos y variados colores, pero aquí sólo hay una opción, y es este azul que símplemente podemos definir como elegante. Es bonito y apropiado, pero si por algún motivo no te gusta, tendrás que irte a otras opciones de la gama (hay varias), y quedarte con el contundente negro de la XRoad 6 o un precioso gris metalizado con un toque, incluso verdoso, de la Xroad 3.

La unidad probada es la "Open", lo que implica una barra baja que, aunque quizá le quita algo de agresividad y deportividad estética, la hace mucho más cómoda en el día a día.

Así que ya lo sabes: si la elegida es la Xroad 2(y vamos a darte argumentos para que así lo sea), será en azul. En cuanto al resto, es lo que cabe esperar en una Moustache. Acabados irreprochables, muy sencilla de ajustar (si te llega la caja, la tendrás lista en apenas unos segundos) y, con este modelo Open, un cuadro abierto y sin tubo superior que remite a las clásicas bicicletas de paseo. Y sí, quizá el modelo con barra alta es más deportivo, más impactante, pero si hablamos de comodidad no hay discusión posible: nos quedamos con la Open, porque bajar y subirse de ella (incluso en marcha) es un juego de niños.

Disponible en tres tallas (S, M y L, yo he probado la M y, pese a medir más de 1,90 metros, me sentí muy a gusto, con lo que con la L ya directamente habría estado en el paraíso), ya el diseño de esta Moustache propone mezclar un cuadro elegante y absolutamente urbano con unas ruedas o una horquilla imponentes y muy camperas. En tiempos de mezclar conceptos, derribar límites y abarcarlo todo... ¡Bienvenido este mestizaje de la Xroad!

En marcha

No, no podemos aguantar más. Así que antes de hablar de equipamiento, componentes o conjunto eléctrico... ¡Tenemos que empezar a pedalear! Porque hay algo en esta Moustache que, desde el primer metro recorrido, enamora. Es muy, muy fina, pero potente. Transmite robustez pero también agilidad. Y como vamos con el cuerpo muy erguido, el manillar es un prodigio de ergonomía y todas las sensaciones al rodar son de solidez y aplomo... ¡Nos apetece ir muy rápido!

Venga, por partes. Y ahora sí, hablemos del conjunto eléctrico, que por supuesto en una bicicleta eléctrica es un factor decisivo. Como siempre, una Moustache equipa sistema Bosch. El motor es el Performance Line 250W, con 75Nm y en posición central. Y es curioso, porque sin ser el más potente de la familia (la Xroad 6 lleva el de 85Nm, mientras que el de la Xroad equipa este mismod e 75Nm), ofrece una extraordinaria sensación de potencia y empuje. Por supuesto que hablamos de uno de los motores mejor afinados del mercado, con un espíritu deportivo y muchísimos años de experiencia, inversión y tecnología detrás, pero es excepcional lo bien que combina con esta Moustache. Quizá sea por esa conseguida postura, pero cada vez que damos una pedalada la bicicleta sale propulsada hacia delante, haciendo muy divertida y emocionante (sobre todo si recurrimos al máximo nivel de asistencia) la conducción.

El motor nos encanta: sí, es el tantas veces testado Bosch Performance Line 75Nm, pero que en este modelo ofrece un rendimiento excepcional.

Por no ser demasiado desordenados, y seguir con el conjunto eléctrico, decir que la batería es una Bosch PowerTube 500Wh, "escondida" en el cuadro vertical. El criterio es parecido al del motor (la bici tope de gama, la Xroad 6, lleva la PowerTube 625Wh, al igual que la Xroad 3), y tener 500Wh implica algo menos de autonomía. No nos parece demasiado importante, porque no es una bicicleta particularmente pesada y, por lo que hemos comprobado, podemos superar los 50 kilómetros con la máxima asistencia, por lo que gestionando con más cuidado los niveles no suena descabellado rozar o incluso superar los 100.

Otro buen detalle es que la batería es muy, muy fácil de extraer, lo que hace mucho más fácil su recarga. El cuadro tiene una tapa superior de plástico negro (con el logo de Bosch, por cierto, para recordarnos que nos acompaña un sistema de gama muy alta) muy fácil de quitar y de poner, y algo parecido pasa con la batería en sí. El que sea la de 500Wh hace que no sea demasiado voluminosa, por lo que podemos manejarla sin mucho esfuerzo, por lo que lo vamos a tener fácil si, por ejemplo, la dejamos aparcada en un lugar seguro y mientras trabajamos (o dormimos) optamos por recargarla a nuestro lado.

¿Algo más? Sí, el ordenador de a bordo Purion. Minimalista y sencillo, ofrece a simple vista toda la información necesaria: velocidad, kilómetros recorridos, nivel de asistencia, batería restante… El display está en la potencia, la botonera en el puño izquierdo y todo es fácil de gestionar (personalmente, preferimos la máxima simplicidad en este apartado). Sí, es en blanco y negro y de apariencia sencilla, pero puede regularse en inclinación, es muy fácil de extraer para evitar robos si dejamos la bici aparcada y, si quieres más sofisticación y datos de todo tipo, puedes conectarlo a tu móvil y explorar todas las posibilidades que ofrece el amplio universo Smart System de Bosch.

Silencio. Eficacia. Diversión.

Será por ese toque deportivo del motor, pero el caso es que con esta Xroad 2 apetece ir deprisa. Y en esta versión la bici lo pone fácil. Lo primero es el cambio, que aquí es un Shimano Altus de 9 marchas que entran como la seda, permitiéndonos subir y bajar a toda velocidad y con absoluta sencillez. Lo segundo, los frenos, unos Shimano MT200 con la mordiente precisa para explorar los límites de la bici, sobre todo en el campo, donde como decíamos se mueve como pez en el agua. Mucho tiene que ver, y es uno de los elementos estrella del modelo, la horquilla delantera SR Suntour XCM ATB con 80 milímetros de recorrido, la "mandíbula perfecta" para devorar kilómetros sin importar qué nos vamos a encontrar por delante. Y sí, un elemento que cuadra a la más absoluta perfección con las cubiertas Hutchinson Python 2 de 27.5x2.10, unos neumáticos con un rendimiento, a nuestro entender, extraordinario.

No importa si quieres ir despacio o a tope. Por campo o por ciudad. La Moustache es un "lobo con piel de cordero" capaz de darte mucha emoción y deportividad.

Y es que eso es lo más importante: cada una de las sensaciones que nos garantiza, en todo momento, esta bici. Si queremos ir tranquilos por asfalto, la espalda va erguida, todo queda muy a mano en el manillar y la anchura del mismo es muy cómoda. Si subimos el ritmo por la calle, no te preocupes: todo va a estar bajo control porque la mezcla de dirección y suspensión, frenos y agarre de las ruedas, es impecable. Y si te apetece salir del asfalto y ponerte a explorar (¡hazlo, porque te vas a divertir!) la bicicleta va a superar todas tus expectativas. Lo que parecía una máquina "seria" se transforma en una especie de parque de atracciones, en el que no te vas a aburrir de derrapar, subir y bajar cuestas e, incluso, es probable que te vengas arriba y hasta te atrevas a dar más de un brinco. Con precaución, claro, porque hablamos de una eléctrica con un peso respetable y a la que sería una pena hacer un rasguño, pero que esconde un alma deportiva que, más que aventurera, podríamos hasta definir como "desafiante y atrevida".

Equipamiento

Siendo una Moustache el equipamiento se da por supuesto, pero no por eso debemos mencionar lo completa que viene esta bicicleta (con un precio, recordemos, de 3.699€. Lleva luces AXA (delante) y Spanninga (detrás) alimentadas por la batería y con interruptor desde el manillar. El portabultos integrado soporta hasta 27kg y es compatible con los sistemas de fijación QL3 y MIK HD. Los puños ergonómicos ofrecen el máximo agarre y comodidad, evitando hormigueos en rutas largas. Los guardabarros y sus varillas de sujeción son de aluminio, reduciendo ruidos, roces y vibraciones. El sillín de la gama Wave de Selle Royal, con gel y diseño de reducción de presión, asegura una agradable sensación de bienestar en la conducción, tanto en entornos urbanos como en cicloturismo. Cubrecadenas para evitarte salpicaduras o roces en el pantalón, una sólida pata de cabra en la vaina trasera... Y ya sabes: si quieres un display más espectacular, o algún que otro detalle que en un primer momento, al menos a nosotros, no nos parece imprescindible, basta con que recorras la web de Moustache, porque seguro que encuentras tu versión soñada.

Conclusión

Con tantos piropos, creo que ya está todo dicho. Así que simplificaré: me ha encantado esta Moustache Samedi 27 Xroad 2 Open, y aunque pruebo varias bicis distintas cada mes hacía tiempo que no me divertía tanto, a la vez que me sorprendía, como con ella. Lo que en un primer momento parecía una bicicleta refinada pero claramente orientada a la ciudad se ha transformado en una compañera con la que te apetece explorar caminos, llenarte de polvo y descubrir el mundo, pero sin perder de vista la comodidad. No lo he hecho, pero con unas buenas alforjas y aprovechando la estructura y el portabultos trasero no me parece descabellado plantearse buenas aventuras con ella, aunque por desgracia (vaya, un pero) no permite la opción de incorporar una batería dual que duplique el alcance (aunque nada te impide, por supuesto, llevar otra batería en la mochila y ponerla cuando exprimas la primera).

¿Recomendable? ¡A tope! Moustache ha creado una montura perfecta para usar de lunes a domingo.

¿Recomendable? ¡A tope! Si buscas montura de lunes a domingo y para ir a trabajar, hacer excursiones, incluso algo de cicloturismo y tienes un campo cerca para echarle horas de diversión, Moustache ha creado la bicicleta perfecta. Además es bonita, entra por los ojos y es dura, porque le hemos dado cera y la hemos devuelto impecable. Sólo queda decir... ¡Gracias, Moustache!