Es toda una referencia en el sector de las polivalentes, un superventas y, por qué no decirlo, una máquina bellísima: hablamos de la Genesis Croix de Fer 10, el modelo de entrada de la gama Croix de Fer de Genesis, una bicicleta capaz de darnos seguridad, fiabilidad y mucha satisfacción tanto en ciudad como en carretera o montaña.
Por partes: monto en bicicleta desde que tengo uso de razón, pero mis necesidades han cambiado con los años. Primero quise una máquina sencilla, barata y fiable para hacer, sobre todo, caminos de tierra. Después hice mis pinitos en carretera y, por circunstancias de la vida, terminé surcando las calles de una gran ciudad a lomos de una plegable. Ahora necesito un poco de todo: una bicicleta para el día a día, para llevar a mis hijos al colegio pero, también, para moverme con prisas a toda velocidad en la ciudad o, los fines de semana, reencontrarme con mi lado más aventurero.
Un flechazo
Había leído que la Croix de Fer 10 podría satisfacer todas esas necesidades, así que le di una oportunidad. Nada más verla, me enamoré: fue un flechazo. Es, evidentemente, preciosa: su aspecto es original e intrigante e, inmediatamente, te hace preguntarte cómo será rodar sobre ella. Despierta tu interés y, nada más montarla, estás impaciente por saber cómo responderá a las muchas preguntas pendientes.
La sientes robusta, poderosa y versátil, pero también llena de posibilidades que deberás explorar
Sobre ella, en el acto, percibes que llevas una buena máquina. La sientes robusta, poderosa, polivalente. También, y eso es mucho más una ventaja que un defecto, que tienes que aprender a rodar con ella, que esconde infinitas posibilidades y que necesitarás tiempo para aprovecharlas. El manillar, los cambios, los frenos… Intuyes su potencial, pero sabes que tendrás que descubrirlo.
Freno delantero a la derecha, freno trasero a la izquierda. Cambio integrado en las manetas del freno. Una primera postura inclinada hacia delante, agresiva, pero un cuadro y un manillar que al mismo tiempo invitan a rodar más erguido y cómodo. Lo dicho: un amplio abanico de posibilidades y personalización, porque también admite transportín delantero y trasero, alforjas o tres botellas de agua. Todo un arsenal de posturas y elecciones, una posición aerodinámica en el llano y al descender, con todos los mandos al alcance de la mano, y manos a la parte horizontal del manillar y tronco erguido cuando la carretera se empina. ¿Que ahí no podemos frenar? En décimas de segundo puedes hacerlo en cuanto te has acostumbrado, y si no siempre es posible poner una segunda maneta de freno.
La Croix de Fer 10 da una confianza total: más que una bicicleta es una compañera fiel
En cualquier caso, y desde el primer día hasta hoy, usarla nunca te dará pereza. La Genesis Croix de Fer 10 te da hambre de kilómetros, es estimulante. Y, sobre todo, es de fiar: tanto si te enfrentas a una ruta relativamente exigente como si vas a recoger al niño al colegio sabes que la bicicleta estará a la altura. Te la querrías llevar a todas partes o, mejor dicho, querrás que ella te lleve. Eso quizá sea lo más importante: la sensación de confianza total que provoca. Es, más que una bicicleta, una compañera fiel, capaz de transportarte a cualquier sitio sabiendo que, siempre, disfrutarás del paseo.
Genesis Croix de Fer 10 (foto: R.V.).
Más cómoda y universal
La 10 es el modelo de entrada a la gama, lo que implica entre otras cosas recurrir al cuadro Genesis Mjölnir de acero Chromoly en lugar del Reynolds 725 de sus hermanas “mayores”, la 20 y la 30. No hay problema: la Croix de Fer 10 es una bicicleta con un precio razonable, muy equilibrada y de lo más resistente. Con el paso de los años Genesis ha hecho evolucionar este modelo para hacerlo más cómodo y universal, y esta última camada consigue satisfacernos sobre cualquier superficie. Filtra los baches a la perfección, no se me han cargado las muñecas ni en paseos de muchos kilómetros e, incluso ante algún imprevisto, el conjunto frenos-cuadro-suspensión ha respondido sin sorpresas.
Los frenos de disco Shimano son fantásticos, e incluso con la bicicleta muy cargada responden a la perfección. Muchos de los kilómetros a los que mi unidad se enfrenta a diario no sólo me transportan a mí, sino también a mis hijos: hablamos de un carro Croozer Kid for 2 con dos niños, lo que implica un peso total aproximado añadido de más de 40 kilos. Ni una sola vez he echado en falta más potencia o resistencia al frenar, y tampoco más marchas (viene con dos platos) u otra relación de cambio. Las subidas largas y pronunciadas, incluso con el carro y los niños, son accesibles sin tener que recurrir a la marcha más baja: cuando ruedo sin “compañía” la bicicleta es rápida, sin llegar lógicamente al rendimiento de un modelo de gama alta de carretera pero más que satisfactoria.
Muchos kilómetros después, también puedo confirmarlo: el sillín es muy cómodo. No es perfecto: quizá la parte delantera sea mejorable (especialmente para las chicas, porque se clava un poco), pero la zona de los glúteos tiene la dureza justa y no cansa. También los pedales son cómodos: la bicicleta viene equipada con rastrales y, lógicamente, con ellos se gana rendimiento y comodidad, pero también si los quitas los pedales agarran bien. Como con el resto de la máquina, las sensaciones son constantes y positivas: fiabilidad, seguridad, estimulo, hambre de seguir rodando… Siempre, siempre, ganas de más. Las cubiertas (unas Clement X’Plor USH, 60TPI, 700x35c) han sido, hasta ahora, indestructibles: ni un pinchazo, ni un problema. Si sobre todo vas a usar la bicicleta en ciudad o en el campo puedes plantearte cambiarlas, pero si tienes planeado un uso variado sin altísimas exigencias off-road la opción de serie es más que satisfactoria.
Con personalidad y distinción
Para terminar, una evidencia: hablamos de una bicicleta preciosa. Atrae todas las miradas. Irradia calidad. Y su color bronce, con elegantes detalles en negro, llama la atención desde la primera mirada mezclando originalidad, personalidad y distinción. ¿El precio? Con sus 1259,99€ no es la bicicleta más barata del mercado, pero sí una opción más que recomendable si lo quieres todo y consideras tu bici como algo más que un medio de transporte. Por las posibilidades que me da, la tradición y experiencia que ha ido acumulando tras varias generaciones y el esmero con el que se ve que ha sido concebida no la cambiaría por nada. Es, en resumen, una bicicleta maravillosa, que siempre cumple. No sé si es la más ligera o rápida, pero sí de las más cómodas, duras y, sin duda, especiales y completas: muchas (buenas) bicicletas, en una.
Modelo: Genesis Croix de Fer 10 (2016).
PVP: 1.259,99€.
Distribuidor en España: Rumble Bikes.
Genesis Croix de Fer 10
Probamos una de las "polivalentes" de referencia: una bicicleta para el día a día pero también una máquina fiable y divertida para las aventuras del fin de semana
-
Diseño
-
Fiabilidad
-
Comodidad
-
Componentes
-
Polivalencia
-
Precio
-