Prueba de la bicicleta de equilibrio y el casco infantil Raleigh Propaganda: grandes esperanzas

Decir Raleigh es sinónimo de decir ciclismo británico: la marca, nacida en Nottingham en 1887, es autora de algunos de los modelos más legendarios de la historia, y la elegancia y robustez de sus máquinas han contribuido a agigantar el aura de las grandes bicicletas inglesas. Pero, en este caso, hablamos de todo lo contrario, de una bicicleta muy pequeña, infantil y de equilibrio, orientada a que los más pequeños de la casa se adentren en el apasionante mundo del ciclismo pero, al mismo tiempo, inspirada de forma evidente en modelos deportivos e históricos. El resultado de todo ese bagaje ciclista aplicado al público infantil es la deliciosa Raleigh Propaganda, una bicicleta de equilibrio única y que, basta verla en las fotos, llama la atención, pero que además resulta muy cómoda y práctica para iniciarse.

La Raleigh Propaganda es una bicicleta de equilibrio infantil, perfecta para iniciarse en el ciclismo a partir de los 18 meses.

Por partes: la Raleigh Propaganda es una bicicleta infantil orientada a niños con una edad de, como mínimo, 18 meses. Tiene unas (preciosas) ruedas Kenda de 12 pulgadas, y es una magnífica elección para que los más pequeños de la casa empiecen a desarrollar su equilibrio, ejerciten sus piernas y empiecen a acostumbrarse a las sensaciones que, durante el resto de su vida, experimentarán sobre una bicicleta. Las bicis de equilibrio se han popularizado durante los últimos años, sustituyendo en muchos casos a las célebres bicicletas con ruedines para convertirse, directamente, en el paso previo para que los niños aprendan a pedalear. Hay opiniones para todos los gustos: hay personas que siguen apostando por los ruedines, pero es evidente que estas bicis de equilibrios son muy ligeras, pequeñas, sencillas, resistentes, cómodas (tanto para los pequeños como para sus padres) de transportar y eficaces, porque desde el primer momento y de forma muy intuitiva el niño (o la niña, por supuesto) puede empezar a usarlas. El hecho, claro, de que carezcan de elementos como los frenos o los pedales hacen que sean todavía más resistentes.

Respecto a otras opciones del mercado, la Raleigh apuesta por la exclusividad, un diseño incomparable y múltiples detalles de calidad. Su aspecto, a la vista está, es muy atractivo: el negro y el dorado evocan a modelos tan preciados como la Raleigh Propaganda de adultos, una bicicleta de piñón fijo cuya estética es casi igual (salvando las distancias) a este modelo infantil. El negro y el dorado del cuadro evocan, también, a los legendarios monoplazas Lotus John Player Special (los aficionados a la Fórmula Uno más veteranos sabrán de qué les estoy hablando), y distintos elementos como el sillín o los puños tienen un color marrón que nos hace pensar en el cuero británico.

Yendo a lo técnico, podemos destacar de la Propaganda su horquilla rígida de acero, concebida para aguantar todo tipo de golpes o el chasis de aluminio, que da como resultado un peso total de poco más de 4,5 kilogramos, lo que resulta bastante razonable. El tubo de dirección también es de acero, y el manillar, aunque en un primer momento parece demasiado grande, es muy ergonómico: la niña protagonista de la prueba, Mía, se adaptó de forma inmediata a él, y pese a ser pequeña (apenas dos años recién cumplidos) se manejaba muy bien con la bicicleta desde que se subió a ella. Como decíamos antes, en cada uno de los extremos encontramos unos puños marrones de plástico muy resistentes, y que nos hacen pensar en los clásicos puños de cuero del mismo calor de algunas de sus hermanas mayores. Algo parecido pasa con el sillín, también marrón con un plástico que imita el cuero, y cuya altura y ángulo pueden regularse con mucha precisión y sencillez.

Por supuesto, la Raleigh tiene una pintura con un acabado magnífico y un lacado muy resistente, e incluye elementos claramente diferenciadores como el escudo frontal, con la cabeza de una garza y las iniciales de Raleigh Co. en tonos rojo y dorado... ¿Cuántas marcas pueden presumir de tener un símbolo con más de 130 años de existencia? Pero las ventajas no se limitan al plano estético: desde el momento en el que uno la monta (proceso que se hace con bastante sencillez, y para el que apenas hacen falta un par de herramientas para el manillar y las ruedas), es sencillo percibir que manejamos una máquina que no tiene nada que ver con otros productos de la (presunta) competencia y precio mucho más asequibles.

Porque, claro, toca hablar también de dinero. La Raleigh tiene un precio recomendado de 149€, que se eleva a 178,50€ si se adquiere también el casco Raleigh Propaganda a juego. El casco no sólo es muy bonito, y tiene un aspecto muy similar al de la bici (también negro con detalles, como el nombre de la marca, en letras doradas), sino que mantiene la calidad del conjunto. Es muy ligero (210 gramos, aproximadamente), perfectamente ajustable al diámetro de la cabeza infantil (la marca habla de entre 50 y 53 centímetros) gracias a una rueda trasera y tiene una correa con hebilla antipellizcos (que cumple su función... ¡hemos abrochado muchas veces el casco y no ha habido que lamentar incidentes!). El casco Propaganda, además, tiene once aperturas para ventilar el interior y asegurar la circulación de aire.

En resumen: si en casa hay un pequeño ciclista de entre 18 meses y cuatro años (o una altura de 85 a 115 centímetros, aproximadamente), y queremos tener en casa otra bicicleta "especial", la Raleigh Propaganda es una magnífica elección, y todavía más si además la combinamos con el casco. Ese precio extra (en realidad, no es demasiado si sumamos el coste de una bici y un casco "del montón") repercute en una mayor calidad, mayor durabilidad y el disponer de una bicicleta diferente, lo que también repercutirá en una mejor venta en el mercado de segunda mano si es que, pasado un tiempo, queremos recuperar parte de la inversión.