Accesorios para bicicletas

Prueba de la alforja para el manillar Zéfal Z Adventure F10

Nuestra valoración 4.2
Ver más →

Al frente: probamos la alforja para el manillar Zéfal Adventure F10, con diez litros de capacidad y en la que podremos transportar hasta cuatro kilos de peso. Instalación, dureza... ¡te contamos todo sobre este producto perfecto para el bikepacking!

Llega un nuevo año: nuevos propósitos, muchos planes y, probablemente, muchos kilómetros por recorrer sobre tu bicicleta. El mundo te está esperando y por eso el cicloturismo o, en este caso, el bikepacking, cada vez cuentan con más adeptos: es una forma saludable, barata, sostenible y muy, muy humana, de viajar.

Pero, evidentemente, no basta con subirte en tu bicicleta y empezar a pedalear, sino que es necesario contar con ciertos accesorios que te van a hacer posible exprimir mucho más y mejor el viaje. Entre ellos están, por supuesto, las alforjas, compañeras imprescindibles para cualquiera que quiera aprovechar cada salida, especialmente si esta va a ser muy larga. Alforjas de todo tipo pero, cada día más frecuentes, bolsas de manillar, en las que podrás transportar accesorios de todo tipo con muchas ventajas.

Las bolsas de manillar se han popularizado durante los últimos años, y es posible encontrarlas de muchos tamaños y formas. Pero todas tienen varias ventajas en común: sin duda, la primera que se nos ocurre es que permiten transportar cosas muy a mano, al alcance de tu vista y sin necesidad de bajarte de la bicicleta para acceder a ellas. También implican aprovechar ese espacio al frente de tu bicicleta, y así liberarte de llevar cosas en el maillot o la chaqueta.

En este caso, hemos probado la bolsa de manillar Zéfal Adventure F10. De la marca francesa Zéfal ya hemos hablado en múltiples ocasiones, ya que es una de las referencias indiscutibles en casi cualquier categoría del ciclismo. Con esta Adventure F10 nos ofrecen una alforja de tamaño contenido, diez litros (no cabe mucho más en esa parte delantera de la bici si queremos pedalear a gusto), con forma cilíndrica y que, a priori, parece perfecta para llevar objetos ligeros pero al mismo tiempo voluminosos, como podría ser un saco de dormir (es lo primero que se nos ocurre, un elemento imprescindible para el bikpacking) o una esterilla.

Materiales y primera impresión

La bolsa, en realidad, se compone de dos elementos: la bolsa en sí (una simple bolsa con forma cilíndrica) y un "adaptador" que es el que la engancha al manillar de la bicicleta. La bolsa está fabricada con poliéster recubierto por poliuretano PU210 D, lo que la convierte en muy resistente a cualquier inclemencia del tiempo, además de muy fácil de lavar. El tacto es bueno (aquí lo que se valora, principalmente, es la dureza y la impermeabilidad), y las medidas son de 48,5 centímetros de largo, 27 de alto y 16 centímetros en la base, lo que según la marca permite una capacidad total de 10 litros y una carga máxima de 4 kilos.

La boca de la mochila esta rodeada por una tela negra resistente en la que van fijados los enganches, que se cierran con facilidad y permiten llevar la carga segura y aislada. El resto del conjunto es la "base" que se agarra al manillar de la bicicleta: hecho en color negro aunque con detalles reflectantes, está acolchado y cuenta con tres tiras de velcro, dos para engancharse al manillar y un tercero para fijar en la potencia del manillar. El interior es gris y tiene dos grandes tiras de velcro con las que se une la bolsa, que tiene otra gran tira para quedar perfectamente adherida. La base se termina de cerrar con dos correas cuya longitud es adaptable, permitiéndonos así llevar la bolsa más o menos llena.

Como decimos, la capacidad de almacenaje es de diez litros: no es mucho, pero es que en esa parte de la bicicleta (encima de la rueda delantera, delante del manillar) ni hay mucho más espacio disponible ni parece recomendable cargar con mucho más peso. Es cierto que si quieres llevar un saco de dormir grande, cómodo y que ofrezca una buena protección en invierno, no te resultará fácil meterlo en la Adventure F10, así que antes de comprarla estate seguro de que tu saco (o el que tengas pensado adquirir) pueda plegarse mucho para que logres meterlo allí. Si, en cambio, quieres meter otras cosas, no habrá problema, porque manejar la alforja es bastante cómodo.

Instalación

El montaje de esta bolsa Zéfal Adventure F10 es, a priori, muy sencillo: como decíamos, el elemento clave es la base, con dos tiras de velcro para el manillar y una tercera para la potencia del manillar. Sin embargo, en la práctica no lo es tanto: las dos tiras para el manillar son bastante cortas, por lo que es posible que no sirvan si el manillar es muy grueso, un problema que se agrava si tu bicicleta tiene mucho cableado por esa zona, convirtiéndose en casi imposible en el caso de que se trate de una eléctrica con un display (o con una luz frontal voluminosa). En cuanto a la tira para la potencia, es más larga, pero no puede regularse en altura, así que no es del todo seguro que todo "cuadre" y se obtenga una buena sujeción a la bicicleta.

Por supuesto, dicha sujeción debe ser perfecta, por lo que recomendamos encarecidamente que, antes de adquirirla, intentes comprobar que la Adventure F10 encaja bien con tu bicicleta. Desde el primer momento todo debe quedar perfectamente sujeto, ya que cualquier inconveniente en la instalación se multiplicará en cuanto empecemos a rodar, vayamos por superficies irregulares (con el consiguiente traqueteo) o las condiciones climatológicas no sean las mejores.

Debes tener en cuenta, además, que la bolsa va a ir cargada, muchas veces rozando el peso máximo de cuatro kilos que recomienda el fabricante. Al estar dicho peso (más el de la bolsa en sí, que junto a la base supone un total de 340 gramos) colgando de esas tres tiras, tienes que tener la completa seguridad de que la fijación es completa, porque de lo contrario el viaje puede convertirse en muy molesto.

En marcha: valoración final

Una vez rodando con ella, el agarre es bastante bueno: en bastantes kilómetros recorridos los enganches de velcro mantuvieron bien sujeta la bolsa, que apenas se movía en el trayecto aunque este, en ocasiones, tenía mucho traqueteo. La sensación de todos los elementos es muy buena, y todo transmite mucha durabilidad y dureza, tanto cada uno de los enganches como los materiales que forman la bolsa y la base de enganche a la bicicleta.

Por todo lo comentado, la bolsa de manillar Zéfal Z Adventure F10 nos parece un producto confiable, con un precio más que razonable. Es muy resistente al agua y la suciedad y se maneja con relativa comodidad, aunque no estamos del todo seguros de que, en un viaje muy largo, los enganches por velcro no terminen por perder cierta adherencia y hacer menos cómoda la marcha.

Prueba de la bolsa de manillar Zéfal Z Adventure F10

Ropa, un saco de dormir, una esterilla... Tú eliges: probamos la bolsa de manillar Zéfal Z Adventure F10, una alforja muy resistente y práctica con una capacidad de hasta diez litros. La calidad acostumbrada en la marca francesa Zéfal se una a una estética muy llamativa en un producto que aspira a ser muy resistente y práctico: nos parece recomendable, especialmente considerando su precio, que es contenido, aunque recomendamos comprar la bolsa con nuestra bicicleta cerca para tener la total seguridad de que se adapta a la perfección. PVR: 49,95€.

4.2
  • Estética
  • Montaje
  • Comodidad
  • Ligereza
  • Resistencia
  • Relación calidad/precio