Cualquier medida de precaución es bienvenida a la hora de montar en bici. Pero, desgraciadamente, no podemos adivinar las consecuencias que tendrá una caída o un desafortunado accidente. Sí que estamos familiarizados con rasguños, heridas superficiales o alguna que otra fractura, pero no con una situación tan peculiar como ésta.
Probablemente, lo último que pensó este dublinés de 22 años al coger la bici ese día es que una caída le provocaría una erección tan prolongada. Esta afección, conocida como “priapismo” -de Príapo, dios griego de la fertilidad y símbolo de lo fálico por excelencia-, provoca una erección involuntaria del pene sin ningún tipo de estimulación física o emocional. En este caso, la erección fue provocada al golpearse con la barrra del cuadro.
El joven acudió al hospital cinco semanas después, preocupado al ver que la erección no desaparecía. Había sufrido un golpe en el perineo – el área comprendida entre los testículos y el ano -, y aunque la hinchazón y los moratones habían desaparecido en unos días, seguía teniendo un área inflamada, según se recoge en Irish Medical Journal. En el hospital se le trató para bloquear el excesivo flujo de sangre, consiguiendo finalmente que la inflamación desapareciese.