Pintar tu bicicleta siempre es una buena idea: le darás una nueva estética y una segunda vida. Sin embargo, si te has planteado no contar con un profesional y hacerlo por tu cuenta deberás tener en cuenta una serie de pautas.
La web Bicycling ha reunido esos consejos de la mano de Emily Kachorek, ciclista de élite, ex bióloga y cofundadora de Squid Bikes, en la que da rienda suelta a su amor por la creatividad aplicada a la bicicleta. Un sencillo manual para que tengas éxito en la aventura de pintar tu bicicleta.
1. Practica antes. Un consejo que te vendrá bien prácticamente para cualquier cosa que te propongas. Si esta es la primera vez que pintas una bicicleta, es más que recomendable experimentar en un marco barato que no te importará destrozar, o incluso hacerte con algún tubo de metal para tus primeros pinitos en el mundo de la pintura de cuadros. La experiencia es un grado.
2. Prepara tu bici. Asegúrate de que el marco está listo para ser pintado. Primero, límpialo con alcohol y una toalla que no suelte pelusa. Asegúrate de que esté completamente limpio. Si no se trata de aluminio en bruto, acero o carbono, dale un lijado suave para que la pintura tenga algo a lo que adherirse. Usa papel de lija de grano 1000 a 1,500, y frote lo suficiente como para texturizar la superficie.
3. Elige tu color… y la pintura. No vale cualquier pintura. Es importante elegir una de alta calidad que dure, así que echa un vistazo a las tiendas cercanas que vendan artículos de arte. Busca una lata de baja presión: cuanto más lentamente salga la pintura, más fácil esserá trabajar con ella. No mezcle marcas o líneas: diferentes pinturas pueden reaccionar mal juntas.
4. Utiliza cinta de carrocero. Colócala sobre todas y cada una de las partes del cuadro que llevan componentes: soporte inferior, tubo del sillín, etc. Antes de quitarla asegúrate de que la capa de pintura está completamente seca o la pintura podría desprenderse.
5. Prepara tu espacio de trabajo. Pintar tu bicicleta mientras la sostienes puede resultar enormemente engorroso, e incluso derivar en un ma resultado final. Lo mejor es asegurar el cuadro para poder pintarlo sin necesidad de tocarlo. Si no dispones de un soporte adecuado siempre puedes encontrar soluciones, como enhebrar una cuerda o un cordel a través del tubo superior y colgarlo de una viga. Asimismo, colocar un paño en el suelo para la pintura que pueda caer.
6. ¡Agítalo bien! Conviene agitar la lata durante tres minutos antes de usarla. Una vez empieces a hacerlo, asegúrate de cuál es l distancia correcta para la pulverización, ya que puede variar según la marca de la que se trata. La pintura debe rociarse de manera uniforme y a un ritmo constante.