¿Qué supone ser la máxima responsable del turismo balear?
Es un reto enorme y una gran responsabilidad, pero también una gran oportunidad porque tenemos un producto muy bueno. El turismo es la industria más importante en Baleares, y tenemos cuatro islas que, en sí mismas, son cuatro marcas muy conocidas y distintas entre sí.
¿Cómo está ahora mismo el turismo en Baleares?
A falta de datos oficiales, todo apunta a que 2015 ha sido un buen año. Estamos bien, pero tenemos un gran reto: el invierno. Es nuestra época de temporada baja, por lo que hemos de potenciar un turismo distinto al que busca verano, sol y playa. Tenemos que compartir nuestras montañas, gastronomía, paisajes, pueblos y, por supuesto, opciones deportivas.
¿Vienen muchos turistas a hacer ciclismo?
Desde hace 30 años existe aquí el cicloturismo, pero en la última década ha sido una apuesta cada vez más clara. El sector alojamiento, por ejemplo, se está adaptando a través de instalaciones especiales, dietas adaptadas a ciclistas, talleres, alquiler de bicicletas… El cicloturismo, desde luego, nos interesa: es claramente desestacionalizador y atrae a un tipo de turistas muy dinámico y respetuoso con el medio ambiente, que se mueve dentro de las islas y que descubre y valora nuestra gastronomía y cultura.
Hemos de potenciar un turismo distinto al que viene en verano
¿Hay algún modelo a imitar?
No, porque cada isla es muy particular. No podemos hacer lo que han hecho otros porque somos distintos: iremos promocionando nuestra oferta en los marcos donde hay más público objetivo, como los países nórdicos, Gran Bretaña o Alemania, para que conozcan todas nuestras mejoras.
¿Qué se puede mejorar?
Por ejemplo la seguridad y la red viaria, para lo que se va a organizar una mesa por la seguridad. Como administración tenemos que reunir a todos los agentes que puedan incidir en esa seguridad, una acción conjunta que alcance a los ciclistas pero también, por supuesto, a los automovilistas u otros usuarios de la vía.
Veo una tendencia generalizada hacia un turismo más autónomo, que busca experiencias específicas
¿Cómo será el turista del futuro?
Es difícil saberlo… Veo una tendencia generalizada hacia un turismo más autónomo, a la búsqueda de experiencias distintas y muy específicas. Las nuevas tecnologías, además, facilitan que cada uno pueda organizarse sus vacaciones a medida y por sí solo.
¿Cómo definiría al cicloturista?
Como alguien muy activo, muy alejado del clásico turista cautivo que se queda en el hotel para tomar el sol e ir a la playa. Los ciclistas que vienen recorren las islas, dinamizan pueblos porque se adentran en zonas menos turísticas y de interior y se detienen para conocer las costumbres locales.
Y usted, ¿monta en bici?
¡No mucho! Hago mucha bicicleta estática, pero mi gran pasión es correr, sobre todo en la montaña.