Fantasía, espectáculo y mucha, mucha imaginación. Estos vienen siendo los ingredientes que toda inauguración deportiva (y más si es de competencia internacional) necesita para sorprender a un público cada vez más exigente. En este caso lo lograron. Y es que la bicicleta, por sí misma, constituye un espectáculo.
Con luces de neón y en movimiento, estos ciclistas añadieron la magia en la inauguración del Campeonato Mundial de Ciclismo de Pista, en el velódromo Alcides Nieto Patiño, en Cali (Colombia). Un encuentro que concluyó el pasado domingo, 2 de marzo, y que acogió a 349 corredores de 35 países, entre ellos 42 medallistas mundiales y 22 olímpicos.
El resultado: una postal fantasmagórica y futurista en la que las luces de neón -incorporadas en el traje de los ciclistas, pero también en las bicicletas- brillaban veloces en la oscuridad. Un espectáculo sencillo, pero mágico, y para el que tan sólo se necesito luz, velocidad y la bicicleta: esa máquina que, por sí misma, ya es espectacular.