París

París quiere echar a los coches del centro

París se suma a la iniciativa de prohibir el acceso a los coches en el centro histórico, convirtiendo el centro histórico en una zona semipeatonal. Al igual que otras otras ciudades europeas, la capital francesa ha elaborado un plan para aliviar la congestión del tráfico y la intensa contaminación en sus calles.

No hay marcha atrás. Las grandes ciudades han de renovarse. La insufrible densidad del tráfico motorizado, así como lo altos niveles de contaminación resultantes están llevando a sus líderes políticos a replantear medidas que favorezcan un transporte y una movilidad sostenible.

Y París es otra de ellas. La capital francesa ha anunciado un nuevo plan que tiene como principal objetivo reducir el número de coches en la capital para atajar uno de sus grandes problemas: la contaminación, convirtiendo el centro histórico en una zona semipeatonal donde sólo estará permitido el paso a residentes, bicicletas, autobuses, taxis y vehículos de emergencia.

“Quiero a los coches diésel fuera de París para 2020 y, a ser posible, fuera de la periferia”

Una medida que se aplicaría, en principio, sólo los s*ábados y domingos, pero que prodría extenderse a lo largo de toda la semana.* “Quiero a los coches diésel fuera de París para 2020, y a ser posible, fuera de la periferia”, afirmó su alcaldesa, Anne Hidalgo, para el Journal du Dimanche.

París.
París.

Entre otras medidas encaminadas a favorecer una movilidad sostenible, destaca la inversión de cien millones de euros para ampliar la red de carriles bici o la nueva flota de bicicletas para niños  de Vélib, el servicio público de alquiler de bicicletas. Además, Hidalgo ha afirmado que trabajará para mejorar y ampliar la infraestructura del tranporte público y los carriles bici.

Cien millones de euros para ampliar la red de carriles bici

“El 60 por ciento de los parisinos no tiene coche propio, frente al 40 por ciento de 2011. Algo que está cambiando rápidamente”, explicó la alcaldesa. Un dato que refleja el cambio de mentalidad de los ciudadanos que, poco a poco, han decidido optar por otros medios de transporte.

De hecho, según una encuesta realizada por el mismo diario, un 84% de los parisinos afirmó que la contaminación es un problema prioritario y un 54% apoyó la prohibición de los automóviles diésel en 2020.