¿Cómo defines a las Ovarian Psycos Bicycle Brigade?
Es un movimiento que sigue el legado de la rebelión. Entendemos que los problemas que, todavía, afectan a las clases trabajadores y marginan a las personas por su color son globales e históricos, y están causados y orquestados estratégicamente por las estructuras de poder capitalistas. Entendemos que esas estructuras de poder están enraizadas tras más de 500 años de colonización y que, aunque los trajeron los colonos europeos, siguen siendo perpetuados por todo un sistema de supremacía blanca que ocupa, ilegalmente, los territorios nativos de toda América. La guerra no ha terminado, y la violencia que sufrimos a diario es una de las muchas tácticas usadas de manera cotidiana para mantener a gran parte de la población explotada y subyugada, para mantenernos temerosos y obedientes. Pero somos conscientes de que tenemos la obligación de continuar la lucha de nuestros antepasados, de seguir desafiando a esas estructuras de poder hasta la victoria.
¿Cuándo, y por qué, nació el movimiento de las Ovarian Psycos?
Nació en verano de 2010. Necesitábamos crear un espacio propio para las mujeres, pero siempre huyendo de las etiquetas. No nos importa una mierda la comunidad, el vecindario o cualquier cuestión demográfica, porque todas esas calificaciones suponen normalizar y aceptar las tragedias que aceptamos cada día.
Organizáis también la Clitoral Mass y los Moon Rides… ¿Cómo explicas ambos eventos, y cuánta gente participa en ellos?
Nos exigen mucho tiempo… Los paseos de la luna llena o Moon Rides se hacen cada mes, y participan entre 30 y 50 mujeres ciclistas. Su objetivo es, básicamente, conectar a mujeres de distintos lugares, unir historias separadas por miles de kilómetros a través de nuestras bicicletas. Respecto a la Clitoral Mass Ride la organizamos una vez al año. Solemos juntarnos unas 300 ciclistas, y va más allá de un paseo: aprovechamos, también, para compartir proyectos, locales, espacios de trabajo, revistas, y así colaborar en la resolución de problemas. Esto va mucho más allá del ciclismo: hablamos de inmigración, la situación de los presos en las cárceles, los problemas que afectan a los jóvenes de color, la brutalidad policial, los asesinatos de mujeres, la violencia doméstica… Temas relacionados, básicamente, con la gentrificación y el nuevo colonialismo.
“Pedalear en Los Angeles es una puta pelea. Como lo es todo, en cualquier lugar del mundo, si te marginan por tu raza”
¿Cómo es pedalear, a diario, en Los Angeles?
Una puta pelea. Lo mismo que cualquier otra cosa para la gente marginada por su raza, sea en Los Angeles o en cualquier lugar del mundo.
¿No hay avances? ¿No hay ciertas medidas políticas que fomentan, poco a poco, el uso de la bicicleta?
¿A quién le importa? No es por ser maleducada, pero a nuestro colectivo no le interesan, en absoluto, las medidas políticas. No queremos legitimar esta trampa, las medidas de un gobierno extranjero que, desde hace 500 años, ocupa de forma ilegal las tierras de los nativos de América. No nos importa una mierda nada que tenga que ver con conceptos como ‘bike friendly’… Somos salvajes, somos orgullosas, y una de nuestras armas son nuestras bicicletas.
¿Sigue abierto vuestro local de encuentro, La Conxa? ¿Cómo es?
Nos encantaría que vinieses… Sí, está todavía abierto, aunque parece ser que quieren comprar el local y tendremos, pronto ,que dejarlo. ¡Así que date prisa si quieres visitarlo!
¿Crece el movimiento de las Ovarian Psycos en otras partes del mundo?
Sí, porque es un concepto que va más allá de un determinado grupo o una gente específica… Tenemos contacto con otras comunidades de mujeres valientes que quieren cambiar la situación. Eso sí: para ser un colectivo hermano, deben adherirse a nuestros 13 principios de unidad.
“No soy nada optimista… A menos que haya un cambio radical. Una revolución”
¿Esperas que las cosas, realmente, cambien?
No soy nada optimista respecto a la situación actual… A menos que haya un cambio completo. En otras palabras: una revolución.
¿Quién es Xela de la X? He leído que eres madre soltera, poeta… ¿Qué puedes contarme de ti?
No soy nada. No soy nadie especial. Sólo soy rabia y honestidad, hambre de dignidad y amor por nuestra comunidad. Todos somos en el fondo eso, es lo que todos tenemos en nuestro interior. Pero es algo que depende de nosotros: podemos aceptarlo y trabajar y servir a nuestro pueblo o podemos rechazarlo, e intentar ayudarnos sólo a nosotros mismos.