Primero llamaron la atención en su ciudad. Después ampliaron sus tentáculos, animando a otras mujeres a romper tabúes. Y, ahora, medio EE UU las conoce gracias a un documental presentado en el festival South by Southwest de Austin. Son las Ovarian Psycos Bicycle, un grupo de valientes mujeres que, cada día, recorre en bicicleta las zonas más peligrosas de Los Angeles con un mensaje solidario y radical: no nos agredáis. Respetadnos. Hasta aquí hemos llegado.
“Ovarian Psycos Bicycle es la consecuencia lógica de todo un proceso de rebelión”, nos cuenta Xela de X, poetisa, madre soltera y fundadora del colectivo. “Vivimos entre conflictos históricos sin resolver, estructuras de poder enraizadas desde la colonización y perpetuadas por un sistema de supremacía blanca que sigue ocupando, ilegalmente, los territorios de los nativos de América”. Ante esos crímenes, y ante las constantes muestras de violencia machista que vivían en los conflictivos barrios del este de Los Angeles, Ovarian Psycos nació en 2010. “Necesitábamos un espacio donde las mujeres puedan mandar al carajo los tópicos con los que nos etiquetan, a la comunidad y a la normalización de las tragedias que sufrimos”.
La pelea
Por eso, desde entonces, surcan la ciudad en su bici, con actitud desafiante, mucha confianza y, a veces, el rostro oculto tras una bandana con un útero dibujado. En una ciudad en la que apenas hay ciclistas, es todavía más sorprendente cruzárselas. “Pedalear en Los Angeles es lo mismo que trabajar, bailar o pasear si no eres blanca: una puta pelea”, dice Xela. “No quiero ser grosera, pero no montamos en bicicleta para reclamar más carriles bici ni nada que siga legitimando esta farsa. No nos interesa la política vial o cualquier cosa que venga de un gobierno extranjero, que lleva 500 años ocupando todo un continente. Simplemente somos salvajes, estamos orgullosas de serlo y nuestra arma son nuestras bicicletas”.
La bicicleta es el vehículo con el que llegan a su cuartel general, La Conxa, abierto en 2014. En bicicleta recorren Full Moon, un paseo a la luz de la luna llena que reúne cada mes a unas 50 ciclistas. Y la bicicleta es el arma de la Clitoral Mass. “Se celebra una vez al año”, explica Xela. “Nos juntamos unas 300 mujeres y es un nexo de proyectos, trabajos y recursos que pretende animar a otras mujeres a hacer cosas parecidas. ¿Nuestro objetivo? Combatir las leyes contra la inmigración, denunciar la situación de las cárceles y la criminalización de mulatos y negros, combatir la brutalidad policial y luchar frente a la gentrificación o el nuevo colonialismo”.
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