Odón Elorza saluda, cordial, a su salida del Congreso. El que fuera alcalde de San Sebastián desde 1991 a 2011 es hoy diputado por Guipúzcoa por el Partido Socialista de Euskadi (PSE). Viaja a Madrid entre semana para, llegado el viernes, volver a su ciudad. “No hay color entre San Sebastián y Madrid”, apunta con morriña. Su mirada se ilumina al pensar en el fin de ETA pero, sobre todo, al hablar de bicicletas.
Es usted un político que se mueve en bici y la promueve. Una rareza en nuestro país…
Desde luego. No abundan los políticos que apuestan por la bicicleta. Desde pequeñito siento pasión por la bici. Más tarde entré de concejal en el Ayuntamiento de San Sebastián y lo que más me interesaba eran los temas de movilidad
¿A qué político le recomendaría moverse en bici? ¿Ve a Rajoy o Rubalcaba llegando a pedales al Congreso?
Cuesta imaginarlo. A todos, sin distinción. Todo el mundo podría y debería moverse en bicicleta, como pasa en gran parte de Europa. A pesar de ser un país con unas condiciones de clima y orografía magníficas, en España nos falta cultura de bicicleta. Pero se están dando pasos importantes.
“Los coches ocupan demasiado espacio en nuestras ciudades”
¿Qué ha hecho usted para promover la bicicleta como medio de transporte urbano?
En San Sebastián pude contar con un gran equipo de movilidad formado por gente comprometida que usaba la bicicleta. Hemos convertido tramos de vías muertas en carriles bici, transformado túneles, arreglado pistas, construido ascensores, pasarelas y rampasmecánicas para salvar desniveles… Y hemos peleado mucho contra la derecha para darle a la bicicleta el espacio que necesita. Todo, bajo una premisa: la bicicleta siempre ha de quitar sitio al coche, nunca al peatón. Los coches ocupan demasiado espacio en nuestras ciudades.
Vive entre San Sebastián y Madrid. ¿Se mueve en bici por la capital?
Tengo una plegable en el despacho y la uso para dar paseos en primavera por el Retiro y Madrid Río. Pero moverse en bici aquí es más complicado. Esta ciudad necesita un alcalde o alcaldesa que sienta la bicicleta, que la use. Parece que hay gente a la que ir en bici le da complejo de pobre, o de raro… Es algo extraño, porque la realidad es que moverse en bicicleta por tu ciudad es maravilloso.
“Estoy totalmente en contra de que el casco sea obligatorio en ciudad, pero soy favorable a que lo lleven los niños”
Se ha manifestado a favor del casco en los menores, pero en contra de su obligatoriedad.
Estoy totalmente en contra de que el casco sea obligatorio en ciudad, pero sí soy favorable a que las criaturas lo lleven, por ejemplo, hasta los 12 o los 14 años. A partir de ahí, imponerlo me parece una barbaridad.
Entremos en arena política… Han pasado casi tres años desde que Bildu llegó al poder en San Sebastián. ¿Cómo evalúa la gestión de la coalición abertzale?
Creo que Bildu es sensible a favorecer el uso de la bicicleta en San Sebastián, y ha continuado con la labor que veníamos realizando. Respecto a su manera de gestionar la ciudad, tengo una opinión negativa. Tienen un rechazo general a casi todo lo que han heredado.
¿Ve a Bildu en la lendakaritza?
No. Creo que obtuvo muchos votos hace tres años porque eran la novedad y la crisis restó muchos votos al PSE. Mi impresión es que ya dieron con su techo electoral y que no van a ir a más.
¿Cómo vive la situación de Euskadi dos años después del anuncio del cese definitivo de la violencia por parte de ETA?
Estamos en un proceso de paz complejo. Va a ser largo y difícil para todos. La izquierda abertzale ha de hacer autocrítica por haber apoyado y justificado la violencia durante tantos años. Los demócratas debemos exigir que ETA entregue las armas. Y el Gobierno ha de poner fin a su actitud inmovilista.
¿Cómo valora la derogación de la doctrina Parot y el hecho de que estén saliendo tantos etarras a la calle?
He sido partidario del cumplimiento de la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, porque es legal y forma parte de lo que es el estado de derecho. Creo que el Gobierno ha hecho un uso populista de la sentencia, forzado por el sector del ‘Tea Party’ interno y la presión de algunas víctimas.
Muchos ciudadanos sienten que la política está cada vez más distanciada de sus problemas. ¿Se puede recuperar esa confianza?
La desafección hacia los partidos va a más. Y es lógico: no se están poniendo en marcha reformas que permitan un control efectivo de los cargos públicos, ni se han producido escarmientos a los que se ha pillado con las manos en la masa. No se están estableciendo cauces para una mayor participación ciudadana. Todo esto acrecienta la desconfianza. La regeneración democrática es una asignatura pendiente.
“Es cierto que el PSOE ha expresado un doble discurso desde el Gobierno y desde la oposición”
Pero ustedes han estado muchos años en el poder. Da la sensación de que critican mucho desde la oposición y luego son tibios al gobernar. Empieza a cundir la idea de que, con matices, PP y PSOE son prácticamente lo mismo.
No lo son, ni mucho menos. Pero es cierto que los socialistas hemos expresado un doble discurso desde el Gobierno y desde la oposición. Ahora estamos planteando una reforma fiscal, una regulación de los mercados y un control del fraude, entre otras cosas. Es verdad que no lo hicimos estando en el Gobierno. Hacemos autocrítica: hemos tenido excesivo respeto a los poderes financieros, con los que hemos compartido mesa en demasiadas ocasiones. Pero bienvenida sea la rectificación, si se hace por convicción y no por oportunismo.
Dígame sinceramente. ¿Cree que habrá referéndum en Cataluña?
A corto plazo, no. No lo veo posible, dadas las posiciones de confrontación y no de diálogo por parte de unos y otros.
¿Por qué modelo de España apuesta usted? Por uno que pase por una reforma en profundidad de la Constitución. Que reconozca que España es un estado plurinacional, una nación de naciones. Yo no puedo negarle el carácter de nación a Cataluña, Euskadi o Galicia. Trabajo para que de la reforma de la Constitución salga un estado federal.
¿Qué opina de la imputación de la Infanta? ¿En qué cree que terminará todo?
Me da igual. Lo que me preocupa es el deterioro de la monarquía como institución, que abre la posibilidad de plantear un debate entre monarquía y república. Se han hecho las cosas tan rematadamente mal que a muchos nos han hecho despertar un sentimiento republicano que teníamos dormido. La monarquía, como todo, también está en crisis.
Hablando de crisis… ¿El dejarla atrás podría pasar por la bicicleta?
Desde luego. La bicicleta debería crecer con la crisis por razones económicas, pero también porque tenemos que cambiar nuestra filosofía de vida. Hay que apreciar las virtudes de desplazarse en bicicleta, estar en contacto con la primavera, oler los árboles, cambiar el concepto de tiempo… Usar la bicicleta haría a la gente mucho más feliz y mucho más libre.
- BIO. Nació en San Sebastián en 1955. Licenciado en Derecho, entró en política en 1979 como concejal de su ciudad, de la que sería alcalde de 1991 a 2011. Desde ese año es diputado del PSE por Guipúzcoa en el Congreso de los Diputados. Casado y sin hijos, vive en el barrio donostiarra de Riberas de Loiola, y cuando se desplaza a Madrid ocupa “una sencilla habitación de hotel” cercana a la cámara baja
- EN POCAS PALABRAS. Su bici. Tiene tres: una Peugeot de 1981, otra construida por piezas en Amara Bike (San Sebastián) y una plegable comprada en Otero (Madrid). Un vicio confesable: Ir solo a los cines Renoir de Madrid. Una película: La última que he visto: La gran belleza. Un disco: Cualquiera de Jamie Cullum o de música clásica. Un libro: Estoy leyendo Pensamiento federalista. El día que ETA anunció el cese de la violencia… Cogí la bici y estuve pedaleando hasta que se hizo de noche. Fue el día más feliz de mi vida.