Prueba del remolque XLC Mono S: de niños y padres

A la vista está que cada vez más marcas sacan sus remolques para niños en España, y eso nos hace felices porque significa que el ciclismo urbano avanza a buen paso. Es el caso de la marca de componentes y accesorios XLC, una de las más potentes y presente en prácticamente todas y cada una de las tiendas de nuestro país y también, cómo no, en Ciclosferia. Hace unos meses presentaba sus nuevos remolques Mono S y Duo S para llevar a uno o a dos pequeños respectivamente.

La marca tiene prestigio y experiencia, no sólo en remolques, por supuesto, sino también en todo tipo de accesorios y componentes para bicicletas de buena calidad y a un precio lógico. Lo resaltamos porque cobra especial importancia este aspecto a la hora de comprar un remolque en el que vas a transportar a tus hijos. Pero ellos, los niños, también han de sentirse cómodos, así que hemos dividido el artículo del nuevo Mono S en dos partes: a ojos de padre y a ojos de niño.

A ojos de padre

Fiabilidad. Confianza. Seguridad. Tres buenas palabras para empezar a contarte, a ojos de padre, lo bien hecho que está el XLC Mono S. Recordemos que es un tres en uno: remolque ciclista para niños, carrito para correr y hacer algo de ejercicio sin abandonar a los peques en casa y, por supuesto, carrito de paseo. En este punto hay que añadir que es bastante más seguro que cualquier carrito de paseo que te puedas comprar en una tienda dedicada a los bebés y, además, te vale para correr y para llevar al peque en la bici. Tú mismo.

Sacarlo de la caja y tenerlo listo nos lleva menos de 10 minutos. Y cuando decimos “listo” queremos decir que lo dejamos ya preparado para cada vez que queramos engancharlo a nuestra bici o ponerle la rueda delantera para que sea un carrito de paseo o de footing.

Nos llama la atención la línea que lleva, elegante, es bonito a la vista. No parece simplemente un remolque más. Esto es de agradecer, porque en muchos casos no se estaba teniendo esto en cuenta y se primaban otras cosas, como la seguridad, algo que celebramos, por supuesto, pero nos pone contentos ver cómo empiezan a conjugarse bien ambos aspectos: elegancia y seguridad. Sí. La suspensión es de color rojo. Sabemos que mola.

El manillar es ajustable en diferentes alturas y la zona central liberada de puño de espuma no es un capricho. Unos pocos centímetros suficientes para instalar un soporte para el móvil, por ejemplo.

“Ya, ya… lo que tú quieras, pero esto es un trasto en casa que no hay dónde meterlo”. Te equivocas. El carrito se pliega y queda compacto en apenas unos 20 centímetros de grosor y, lo mejor de todo, las ruedas, extraíbles, caben dentro del remolque plegado, luego, si quieres, hasta detrás del sofá.

Suave es un adjetivo que define perfectamente a este carrito XLC: se maneja, casi, sin rozarlo.

Suave es otro adjetivo que podría definirlo bien. Suave en el manejo. Se mueve casi sin rozarlo. Esto ha mejorado bastante en los últimos 10 años. La ligereza con la que ruedan estos remolques de calidad convierte un paseo con tus hijos en algo divertidísimo en vez de una tortura para las piernas. Por no hablar de que si usas una eléctrica todo eso se terminó para siempre, claro. Te recomendamos que, para comprobar por ti mismo esta manera de “volar” que tiene el Mono S lo dejes sin freno en una recta… verás cómo con acariciarlo un poco, empieza a moverse. Es de agradecer cuando pedaleas.

El freno para bloquear las rudas está en el medio de la parte trasera: nos parece un lugar más cómodo que en un lateral.

Un freno bloquea ambas ruedas en mitad de la parte trasera del remolque, un detalle que parece que no tiene importancia, pero hemos podido comprobar en otros carritos para niños que se opta por instalar la palanca en uno de los lados, haciendo bastante incómodo usarlo cuando se está empujando. Afortunadamente, XLC ha optado también por hacer la vida de los padres algo más fácil.

Un detalle molón: el cinturón de seguridad en 5 puntos de anclaje. El sistema de hebillas magnéticas de FIDLOCK hacen posible atar y desatar al peque con una sola mano. Porque tanto nosotros como los de XLC saben de sobra que la otra mano está intentando alcanzar al mayor, que se quiere escapar montaña arriba. Tener dos niños es lo que tiene.

“Bueno, vale, me gusta, pero cuando llevo al niño, además del niño en sí, llevo muchas cosas más”. Pues claro. Tú y todo el mundo. Y está tenido muy en cuenta. Hay espacio extra de sobra para llevar compras o pañales, biberones, chupetes, el cambiador, juguetitos, comida, toallitas… vaya usted a saber. Y si hay que sustituir después de mucho uso alguna de las piezas, XLC lo tiene todo disponible en la web, así que tú, a disfrutar.

A ojos de niño

Como en la película de Big, pero al revés. Vamos a hacernos pequeños. Vamos a volver a ser niños y a probar el Mono S de XLC con ojos de un trasto de dos o tres años.

Meterse dentro es divertido y tiene un par de bolsillos para guardar mis tesoros. Debajo de mis pies caben mil cosas y, cuando me ponen el cinturón, no me agobia. Veo a papá feliz con el remolque y me sonríe. Eso me pone a mí contento. He descubierto un huequecito entre el sillón y el remolque para guardar las piedras tan chulas que encuentro en las excursiones. Además, tiene ventanilla y puedo ver los sitios por donde pasamos. Y tiene una redecilla que me quita el sol, los mosquitos y las avispas. Me dan miedo las avispas.

También tiene una cosa chulísima. Me quedé dormido en plena ruta, y al despertar, tenía puesta una lona para darme sombra. Es de las mejores siestas que me he echado, y soy un experto en siestas. He visto, además, cómo se pueden quitar los cojines. Así podré seguir usándolo cuando sea mayor.