Ciudades

“Anne Hidalgo, nuestra alcaldesa, es probici… y eso se nota” (Nicolas Hammie, París)

¿Cómo es pedalear en París? ¿Cómo se está viviendo el confinamiento en la capital francesa? Nicolas nos cuenta esto y mucho más desde allí.

Nicolas Hammie es de Hamburgo (Alemania), pero vive en París. Un apasionado del ciclismo que estos días sufre, como todos, las consecuencias de la expansión del Covid19. Hablamos con él sobre bicicletas, entrenamiento, ciclismo urbano… y un poco de todo.

Eres muy activo en Reddit, y subes fotos de varias bicicletas… ¿cuántas tienes? ¿cuáles son?

Tengo cuatro bicis ahora mismo: una bici de pista, una de gravel y dos de carretera. Compré la de gravel primero porque quería algo versátil que pudiese usar en todos los terrenos y porque todavía no estaba muy metido en el mundo del ciclismo. Sin embargo, enseguida me enganché y pronto empecé a tomármelo más en serio. Como vivo en París, una bici de carretera era más adecuada, dado que el 99% del ciclismo que haría sería en caminos bien mantenidos. Por lo tanto, me compré una bici de carretera de carbono decente porque quería una mejora desde mi bici de gravel de aluminio, y porque quería empezar a competir en carreras en 2020. Afortunadamente, empecé a vivir cerca de un velódromo, así que tuve la oportunidad de ir y probar a montar en pista por primera vez. Alquilé una bici: me costó unos 30€ pero mereció la pena. Empecé a disfrutarlo mucho, así que me compré una bici de pista de gama media. Por último, pero no por eso menos importante, me hice con una muy buena bici de pista de cuadro de carbono, que construí junto con unos buenos componentes que encontré a buen precio en Internet. Creo que venderé mi otra bici de carretera pronto, porque ya no tengo muchos usos para ella.

¿Qué relación tienes con la bicicleta? ¿La usas para hacer deporte, para moverte por la ciudad…?

En este momento sólo uso mis bicicletas para entrenar y competir. Solía ir al trabajo en bici de carretera, pero me la robaron hará un año o así, y eso que no era de calidad superior, como las que tengo ahora. No dejaría mis bicis fuera, ni siquiera bien aseguradas. El riesgo, especialmente en París, es desgraciadamente muy alto. Eso sí: si encontrase un trabajo que me permitiese guardar mi bicicleta dentro, en un lugar tranquilo y seguro, seguramente volvería a ir al trabajo pedaleando.

Una de las bicis de Nicolas.
Una de las bicis de Nicolas.

¿Cómo ves el ciclismo urbano en París? ¿Qué actitud tienen los políticos de tu ciudad respecto a la bicicleta?

La alcaldesa, Anne Hidalgo, elegida en 2014, siempre ha sido probici y eso se nota cuando miras cómo ha cambiado la cuidad en los últimos años. Hay más carriles bici, cada domingo partes de la ciudad se cierran a los coches para permitir a los peatones y ciclistas moverse libremente, etc. Normalmente siempre ha habido tendencia reducir el espacio que los coches ocupan en la ciudad, con mejores infraestructuras para facilitar ir en bici al trabajo. París, siendo una ciudad relativamente antigua, tiene calles más pequeñas que algunas equivalentes americanas, ya que esas fueron construidas pensando en los coches. Por lo tanto, conducir un coche en París es a menudo lento y tedioso. El reciente boom de los patinetes eléctricos como Lime o Bird también ha contribuido al cambio a favor de medios de transporte más rápidos y limpios. Además, la ciudad también tiene un servicio de bike-sharing, Velib, que ofrece tanto bicis eléctricas como mecánicas para moverse.

“Conducir un coche en París es muy estresante: la mayor parte del tiempo acabas metido en un atasco”

¿Qué relación tenéis los ciclistas con los automovilistas? ¿Os respetan?

Aquí, en París, las infraestructuras separan a los ciclistas de los coches bastante, así que afortunadamente no interactuamos demasiado. Pero la relación es, en gran parte, tensa. Yo creo que tiene que ver con que conducir en París es muy estresante: la mayor parte del tiempo acabas metido en un atasco y, como consecuencia, los conductores estar irritados y agresivos con los ciclistas. El crecimiento de los modelos de transporte más limpios y respetuosos también ha provocado que incremente el enfado de los conductores. Personalmente, he tenido una algún conato de accidente por culpa de los coches, pero la mayoría de las veces mi experiencia ha sido buena. En realidad no es peligroso moverse n bici por París: solamente tienes que estar atento de que los conductores indiquen o miren los retrovisores antes de girar. Pasado un tiempo desarrollas un sexto sentido para ello.

Además de ciclismo… ¿haces más deportes? ¿Cuáles son tus favoritos?

Participo en el triatlón anual de París. Eso significa natación, ciclismo y running. Sin embargo, prefiero montar en bici al resto de los demás deportes, aunque eso se puede deber a que soy realmente malo corriendo y nadando.

“Ir de París a Londres en bicicleta es un reto muy popular: puedes encontrar toneladas de información en Internet”

Hemos visto que fuiste pedaleando de París a Londres… ¡Cuéntanos cosas de la experiencia! ¿Qué fue lo mejor, lo peor, qué consejos puedes dar para hacer esa ruta?

Hice esa ruta en un día, en el verano de 2019. Ir de París a Londres es un reto muy popular y puedes encontrar toneladas de información en Internet, lo que me ayudó bastante, especialmente a la hora de planificar la ruta. Salí de París un jueves temprano y fui en bici hasta Dieppe (200km), cogí un ferry a medianoche y llegué a New Heaven a las 6 de la mañana. Después, pedaleé hasta Londres (150km), a donde llegué justo antes del mediodía. Allí, me quedé dos noches en un hotel y cogí varios trenes y un ferry para regresar a París. ¡Fue increíblemente divertido y pienso repetirlo este verano! Eso sí: mentalmente fue muy duro. No había dormido mucho la noche anterior y no puedes dormir especialmente bien en el ferry. Así que el último tramo desde New Heaven a Londres fue extremadamente duro y combustionado por insalubres cantidades de café y RedBull. Los caminos en Inglaterra estaban en peores condiciones que en Francia, y el terreno era más empinado, lo que no ayudó a mejorar mi humor. Si tengo la oportunidad de repetirlo, definitivamente intentaría dormir más de antemano e ir un poco más rápido (mi ritmo era un poco lento, ya que quería descansar mis piernas lo máximo posible. Además el tiempo era ventoso, lo que tampoco ayuda a aumentar la velocidad. Tengo planes para hacer rutas más largas, pero llevando equipamiento de camping conmigo.

¿Cómo vives estos días con el coronavirus? ¿Vas a seguir pedaleando con un rodillo, una bici estática…?

La situación del coronavirus ha impactado en toda la escena del ciclismo. Todas las carreras han sido canceladas temporalmente. Los entrenamientos se han prohibido por ley: sólo puedo salir y montar alrededor de mi bloque, lo que intento y hago para tomar aire fresco. Tengo rodillos, pero desgraciadamente me los dejé en mi club de ciclismo, que está cerrado y al que tampoco podría ir porque no podemos salir. Todo esto hace que no pueda entrenar correctamente. Intento hacer ejercicio en casa para mantenerme en forma, y quiero intentar salir a correr para mantener mi cardio. No hay duda de que estaré en peores condiciones cuando todo esto acabe. ¡Espero que les pase lo mismo a mis competidores!

¿Cómo vive tu ciudad esta situación?

La mayoría de la gente se queda en casa, el gobierno fuerza el confinamiento con muchos policías  y fuertes multas (de 135 a 375 euros) si te ven fuera de casa sin ningún motivo justificado. Yo no puedo quedarme en casa todo el día: me hace sentir muy mal. Así que intento hacer una hora de deporte fuera al día, lo que no es mucho pero es mejor que nada. Fue divertido visitar lugares famosos como el Sagrado Corazón, los Campos Elíseos o incluso la Torre Eiffel antes de que se decretase el cierre total. Son lugares que suelen estar repletos de gente y esos días estaban prácticamente vacíos.

¿Cómo crees que cambiará el mundo lo ocurrido?

Creo que el coronavirus impactará en los sistemas sanitarios de todo el mundo, ya que estarán mejor preparados para las próximas pandemias que vendrán. Espero que la gente aprenda a lavarse mejor las manos, a toser en sus codos y demás. Este tipo de cosas aún no son costumbre en países europeos comparados con otros como Japón, donde todo el mundo lleva mascarilla cuando está enfermo. En París, los únicos que llevaban mascarilla cuando empezó todo esto eran los turistas.