Con sus algo más de cinco millones de habitantes, Melbourne es la segunda ciudad, después de Sidney, más poblada de Australia. Ha sido elegida también, en alguna ocasión, como una de las mejores urbes del mundo para vivir, debido a sus bajo índice de pobreza y una ubicación privilegiada en la que abundan las playas paradisiacas, los imponentes parques y, en general, una fuerte apuesta por la calidad de vida y la práctica del deporte.
Melbourne es, también, una de las ciudades con una mayor comunidad de ciclistas urbanos de Australia. Ya hemos hablado hace mucho tiempo de la escena ciclista local, que no ha hecho más que incrementarse con el paso del tiempo y, todavía más y como en tantos otros sitios, por la pandemia y la necesidad de desplazarse de formas más seguras, autónomas y, ya de paso, saludables y sostenibles.
En ese sentido, Melbourne ofrecía, en 2020, unos 135 kilómetros de infraestructura ciclista, que respondían a un plan municipal llamado Bicycle Plan 2016-2020. Pero la llegada de la pandemia no hizo más que exigir una mayor atención a la bicicleta y los ciclistas, creándose 40 kilómetros adicionales dentro del bautizado como Transport Strategy 2030.
Y, sin embargo… Las cosas distan mucho de ser perfectas en la capital en la capital del estado de Victoria. Porque en las últimas semanas el colectivo ciclista está denunciando ser objeto de la persecución policial en una zona concreta, el Southbank Promenade (o Paseo Southbank) que discurre junto al río Yarra, que cruza y desemboca en la ciudad. Hablamos de una de las zonas más concurridas de la ciudad, que ha sido objeto de distintas ampliaciones y remodelaciones y donde muchos melburnianos pasean y, por supuesto, montan en bicicleta.
Y es aquí donde han empezado los problemas: la policía está imponiendo multas de hasta 1.652 dólares australianos (como hemos comentado, algo más de 1.000 euros) a los ciclistas que van por la zona a más de 10km/h. Según informan medios locales los multados son tanto ciclistas como usuarios de patinetes eléctricos. ¿El resultado? En las últimas tres semanas un total de 45 personas multadas por exceso de velocidad, de los cuales nueve lo fueron, también, por llevar un vehículo ilegal (en este caso, ocho iban en patinetes eléctricos y uno en un skate eléctrico).
La multa a un ciclista por rebosar los 10km/h puede triplicar la impuesta a un automovilista que supere el límite de alcoholemia
Una medida, la de multar ciclistas, que ha levantado ampollas. Sobre todo porque la multa máxima por sobrepasar los límites de velocidades en automóvil es de 826 dólares australianos, 537 euros. Sí: exactamente la mitad que la penalización económica por ir en bicicleta o patinete, a una velocidades enormemente inferiores y con un riesgo para los peatones ínfimo comparado con el que implica un coche.
Además, los ciclistas explican que el problema, más que en la velocidad de las bicicletas, está en en la obligación de compartir el mismo espacio físico con los peatones. “La policía ha estado multando a los ciclistas que superan los 10km/h”, explica en Twitter una activista local, Liz. “Pero es una zona concurrida llena de peatones”, añade, “sin rutas ciclistas paralelas, por lo que los ciclistas no tienen una alternativa segura”.
"Sería genial que la policía aprovechara para educar a la gente que vaya demasiado rápido, en lugar de imponer multas excesivas", dice un activista ciclista local
También uno de los miembros del colectivo ciclista australiano Bicycle Network, Craig Richards, ha protestado, asegurando que los incidentes entre peatones y ciclistas son muy extraños y, por supuesto, que las multas son desproporcionadas…. Sobre todo considerando que ¡triplican la multa que se les puede imponer a automovilistas que conducen bajo los efectos del alcohol! “Sería genial”, explicó Richards al periódico Herald Sun, “que la policía aprovechara la oportunidad para educar a la gente que vaya demasiado rápido, en lugar de imponer multas excesivas".