Algunos dicen que los coches sin conductor son el futuro. Otros ponen en duda una tecnología que ya ha empezado a dar algunos problemas: hace apenas semana se producía el primer accidente grave de uno de los conocidos coches de Google, que se saldaba con seis heridos leves.
Lo que parece fuera de toda duda es que, de llegar a poblar nuestras calles algún día, los vehículos sin conductor necesitarán exponerse a un gran número de variables de entre las infinitas que pueden surgir en cualquier ciudad. Y para imitar todas esas condiciones, la Universidad de Michigan ha creado Mcity, una ciudad falsa ubicada a escasos kilómetros de Detroit, la que en otro tiempo fuera cuna del motor y hoy en bancarrota debido a la crisis del sector del automóvil.
Según informa la web Treehugger, Mcity tiene un total de 32 acres de extensión (unas 12 hectáreas, 10.000 metros cuadrados) y en ella hay un poco de casi todo lo que puede encontrarse un coche en una gran ciudad: calles, intersecciones, señales de tráfico, aceras y peatones. Todo, con el objetivo de que los coches interconectados de Google “aprendan” el funcionamiento de una ciudad real y los ingenieros se adelanten a los posibles problemas e imprevistos que puedan surgir.
La pregunta que inevitablemente surge con iniciativas como Mcity es ¿estamos realmente ante el futuro de las ciudades? ¿Estará el mañana plagado de coches que se conducen solos? Y sobre todo, y lo que más nos importa: ¿cómo influirá esto a la movilidad ciclista por la que luchamos? ¿Será más seguro moverse en bicicleta por este tipo de ciudades? Como siempre, el tiempo traerá la respuesta.