Es artista, es ciclista y, sobre todo, es un ateo convencido. El noruego Markus Moestue quiere protestar por la dogmática educación religiosa que reciben los niños. Y para ello, ha decidido recorrer todo el país a lomos de un singular vehículo: una bicicleta a la que ha añadido un velocirraptor diseñado y construido por él mismo.
“La idea surgió de esa teoría tan disparatada de los creacionistas, que enseñan a los niños en sus parques temáticos que los dinosaurios y los seres humanos vivieron juntos”, ha declarado Markus a la web designboom. Habitualmente relacionado con la escultura y el video arte, el artista ha querido en esta ocasión dar un paso más y lanzarse a una aventura sin precedentes.
“A los niños les llama mucho la atención, pero sobre todo les encanta a los borrachos”, bromea Markus.
Para la confección del dinosaurio, Markus probó con diferentes materiales, como el metal o el plástico. Sin embargo, finalmente se dio cuenta de que la fibra de vidrio era ideal para el tipo de figura a la que quería dar forma. ¿Y qué opinan los incrédulos viandantes que se cruzan con él? “A los niños les llama mucho la atención, pero sobre todo les encanta a los borrachos”, bromea.