“Nací en Madrid, pero me crié en Sotalbo, un pueblo de Ávila. Con 3 años empecé a montar en bicicleta y, desde hace seis, me he aficionado al piñón fijo”.
“Fotógrafo… ¡De eso intento vivir! Por casa siempre he tenido y usado las cámaras de mi padre, pero hace unos años hice un curso en el que empecé a presentar imágenes de bicis y ciclistas y vi que podía llevar el trabajo a mi terreno”.
“Siempre me ha gustado dibujar, y creo que es algo muy conectado a la fotografía. Me gusta perderme por el monte, antes lo dibujaba y ahora lo fotografío”.
“He trabajado para Levi’s, Assos, Endless, Poloandbike, Wau… También cubrí todo el Red Hook Criterium, y acabo de hacerle toda la línea de imagen ciclista a la marca coreana Onusox”.
“Uso una Canon 5D Mark II, de segunda mano. No soy muy pijotero: prefiero tirar con el equipo mínimo, llevar lo menos posible y poder manejarme con más velocidad y comodidad”.
“Me gusta mucho la montaña: descubrir lugares, recorrer carreteras, perderme… Pero también amo la ciudad, mostrar la perspectiva que tenemos desde la bici. La ciudad es un lugar perfecto: tienes que estar pendiente de rodar, del tráfico, de sacar fotos. Me aporta mucha adrenalina y, cuando sale una imagen buena, tiene toda una historia, algo muy especial”.
“Para un fotógrafo, las redes sociales son un excelente canal de difusión, una forma fácil y gratis de llegar a la gente. Pero también es necesario adaptarse: Instagram o Facebook no paran de cambiar los algoritmos, y no debes obsesionarte. Lo importante es trabajar duro: hacer muchas fotos y montar todo lo que puedas”.