El Ayuntamiento de la capital ha rechazado por unanimidad el proyecto de la DGT.
Valencia, Barcelona, Sevilla, Murcia… y Madrid. La capital se ha sumado hoy a la lista de ciudades que se oponen frontalmente a la obligatoriedad del casco que pretende imponer la Dirección General de Tráfico (DGT). Y lo ha hecho de manera contundente: los cuatro grupos del pleno del Ayuntamiento han secundado una declaración de rechazo al polémico proyecto del organismo que preside María Seguí.
En dicha declaración se argumenta que “el uso del casco no es exigible en los países con un elevado uso de la bicicleta”, por lo que se pone en duda su implantación en nuestro país, y se vaticina que su imposición “afectará negativamente” tanto al uso privado de la bicicleta en vías urbanas como al desarrollo del servicio público de alquiler (que en Madrid, por el momento, no existe).
Además, tanto el PP como el PSOE, IU y UPyD instan al Gobierno central a reconsiderar su postura y escuchar a asociaciones y usuarios de la bicicleta para prevenir los accidentes con “medidas de seguridad activas”.
Tomates y argumentos
Tras la oposición del Ayuntamiento de Madrid, está por ver si la DGT reflexiona sobre su postura. No parece fácil: tras las primeras y muy sonadas críticas de los colectivos y asociaciones ciclistas, Seguí declaró: “si me quieren tirar tomates, que me los tiren”, reafirmándose en su argumento de que la obligatoriedad del casco en vías urbanas reduce la probabilidad de lesión craneal.