Si recientemente hablábamos de la original luz con forma de corazón que causa sensación entre muchos ciclistas del mundo, hoy es el turno de otro accesorio cuanto menos, curioso.
Esta luz trasera de la marca Vimmor está fabricada en silicona, lo que le confiere una textura suave única al mismo tiempo que contribuye a su durabilidad y resistencia al agua. Cuenta con tres modos de iluminación: parpadeo rápido, parpadeo lento e iluminación fija. Y pesa sólo 70 gramos.
Pero lo que de verdad hace diferente a este modelo es su forma, inspirada claramente en unos testículos. Si a ella se le añade la circunstancia de que se ubican bajo el sillín, el efecto se multiplica: ver a un ciclista en plena rodada con ellas es de lo más singular.
Si estas luces traseras han conquistado al mundo, es también por lo increíblemente asequible de su precio. Durante un tiempo limitado están rebajadas a 7 euros euros en lugar de los 18,99 habituales.
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