Los agentes, que cortaron el tráfico con una marea de bicis y de petos amarillos, colapsaron el centro de la ciudad. Partiendo de Callao, recorrieron la Gran Vía, Alcalá, Cibeles y Atocha para llegar a la plaza Mayor. Sus críticas van dirigidas contra los recortes y ajustes, que, según afirman, “están perjudicando gravemente al servicio que prestan”. La falta de medios se hace cada vez más insostenible (según afirman, cuentan con casi 500 efectivos menos hace dos años), y critican que esto afecta no sólo a la seguridad de los ciudadanos, sino también a ellos mismos.
Más recortes, menos seguridad
Su objetivo está claro: “protestar contra la corporación municipal”, la cual está contribuyendo a un “deterioro de la seguridad”. Entre sus quejas, la supresión de la paga extraordinaria de diciembre, la reducción de días libres o las prolongaciones de la jornada del personal activo (turnos de hasta 10 días sin descanso). “Estas estrategias, además de privar a los trabajadores de disfrutar del descanso obligatorio y continuado entre jornadas, entran en conflicto con derechos laborales relativos, por ejemplo, a la conciliación de la vida laboral y familiar, entre otros”, afirmó un agente.