¿Donde vives?
En Neuquén, en la Patagonia argentina, donde trabajo como periodista en la web del diario local LM Neuquén.
¿Cuál fue tu primera bici?
Una Lucerna usada que me regalaron mis padres a los cuatro años. Era vieja y grande, pero dos años después ya la usaba sin rueditas. Mi madre me regaló la segunda, una MTB que dominé a base de porrazos.
¿Haces cicloturismo?
Sí. Me compré una Merida Matts con la que fui de Bariloche a Epuyen, 400 kilómetros de lagos y paisajes por la cordillera andina. Después fui desde mi provincia a Chile, 600 kilómetros de ida y vuelta: ambas experiencias me enseñaron una nueva forma de viajar que espero repetir cada año.
¿Y en ciudad?
Tras robarme la Merida me compré una Giant Roam con la que empecé a montar a diario y que, definitivamente, es parte de mí. Casi no uso el transporte público ni tengo coche: haga frío o calor, elijo pedalear.
¿Por qué?
Me siento libre. Aunque solo sea un rato me permite desconectar y disfrutar del momento. Ahora tengo una Specialized P-Street y apenas hay día que no la use.
¿Cómo es circular en Neuquén?
Complicado. Hay un exceso de coches y poco respeto al ciclista, pero es cierto que la bici está en auge como hobby y como medio de transporte.
¿Por dónde nos llevarías a pasear?
La ciudad está en un valle donde confluyen dos ríos, el Limay y el Neuquén, y está rodeada de mesetas áridas con buenos senderos. Se puede llegar a la orilla del Neuquén y descansar en la costa, cruzar el puente y llegar hasta el barrio de Ferri por un camino casi sin coches, que atraviesa una zona de manzanos y perales a través de sombreadas alamedas.
¿Practicas más deportes?
Sí. Hago natación y escalo cuatro veces por semana, y de vez en cuando corro.
Películas, discos, libros…
Disfruto mucho del cine argentino y de las películas de suspense, además de películas o documentales sobre deportes extremos o viajes. De música prefiero el rock y el grunge de los noventa, además de rock argentino: Soda Stereo, Gustavo Cerati, Spinetta, La Renga, Divididos o Las Pelotas. Y libros… Latinoamericanos, sobre todo a Eduardo Galeano. Me acompaña en cada viaje: es una forma de conocer mejor la historia y culturas que me rodean.