El cortometraje, *Charlotte et Antoine, *es obra de Cycles Angot, una tienda de bicicletas situada en Estrasburgo (Francia) que no ha tenido mejor idea que crear una breve pieza cinematográfica de poco más de dos minutos y medio para popularizar dos de sus modelos.
Aunque la idea no sea demasiado original (chico conoce a chica, surge el flechazo, en un momento de despiste ambos parecen perderse la pista para siempre, pero al final…), el corto sí está hecho con estilo y, por supuesto, llama la atención el protagonismo de dos bonitas bicicletas.
Una vez más, queda demostrado que lo que a priori no es más que una simple máquina puede convertirse, con un poco de talento, en todo un muestrario de expresividad, elegancia, sentimiento y belleza.