Si algún día alguien, con mucho tiempo libre, decidiera organizar un concurso para elegir al insecto más adorable, no resulta descabellado prever que uno de los favoritos al título serían los Coccinélidos. O, dicho de modo más coloquial, las célebres "mariquitas", esa familia de coleópteros de forma redondeada, caparazón con lunares y llamativos colores que, además de por su aspecto, gozan de una magnífica reputación por alimentarse de los pulgones que invaden nuestros jardines y huertos Lady Beetle, el proyecto de biblioteca móvil con forma de mariquita que creó el estudio chino LUOstudio en 2019, también es una refinada forma de combatir una plaga.
En este caso, la de los millones de bicicletas compartidas abandonadas durante los últimos años en China. Como explican Luo Yujie y Lu Zhuojian, los creadores de Lady Beetle, "aunque nacieron con un buen propósito esas bicis compartidas se han transformado en monstruos por culpa de una desenfrenada expansión comercial. Exigieron consumir una gran cantidad de materias primas, invadieron parte del escaso espacio público urbano y, después, han sido arrojadas y amontonadas en horribles montañas de chatarra".
Esta "mariquita rodante" está hecha reciclando una bici, chapas de metal y madera.
Yujie y Zhuojian le dieron vueltas a cómo reutilizar esas bicis abandonadas de forma amigable, y fue así como nació Lady Beetle. "Hablando con un amigo especializado en 'educación maker' para niños nos dijo que transportaba sus materiales didácticos en un carro de supermercado", explican desde LUOstudio, por lo que decidieron ir más allá: recuperar una de esas bicis abandonadas, chapas de hierro de coches destartalados y material sobrante de tableros ecológicos para construir un aula móvil. El resultado constituye un espacio creativo, interesante y animado que, al mismo tiempo, entronca con su propósito de "reutilizar residuos industriales de una forma natural y artística".
Mariquita compartida
La Lady Beetle es, en resumen, un cuadriciclo con una buena capacidad de carga, una rueda delantera de bicicleta y tres ruedas traseras (la del extremo omnidireccional y más pequeña) para aguantar y desplazar la estructura. "La cubierta exterior metálica se inspira en las mariquitas", cuentan sus creadores, "ya que es un insecto beneficioso, con el que los niños están familiarizados y que, además, abre y cierra sus alas de una forma muy práctica, atractiva y creativa". En su interior, la estructura compuesta por varias capas de contrachapado refuerza la instalación, facilita el almacenamiento de libros y objetos y, para colmo, aumenta gradualmente de tamaño para que los niños se apoyen y sienten en la balda más baja.
Para sus creadores, Lady Beetle es algo parecido a "un insecto benéfico que recorre la calle"
El interior de la Lady Beetle es, en todo caso, flexible, y cada una de sus piezas de madera puede ajustarse o directamente retirarse para dejar todo el espacio vacío. "Viendo el desarrollo desconocido que están tomando las ciudades", explican sus creadores, "debemos mantenernos positivos, esforzarnos por transformar los residuos en tesoros y abordar la situación de una forma sensible, en la que cuidemos la ciudad y la tierra". Un proceso en el que, es indudable, sería tan hermoso como práctico sacar a la calle propuestas como ésta, que además de embellecer el espacio público invitan a compartir y socializar en él. "Esta mariquita compartida", confirman desde LUOstudio, "es para nosotros algo parecido a un insecto benéfico, que recorre la calle como si fuese una hoja y al detenerse puede usarse como biblioteca móvil o aula de aprendizaje infantil".