La polémica sobre los frenos de disco, de la que hace pocos días debatíamos en Ciclosfera, ha vuelto al primer plano de la actualidad. La Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) ha prohibido su uso en competiciones y marchas cicloturistas oficiales.
A partir de ahora, los árbitros de las pruebas tienen la orden de expulsar de la carrera a todo participante que se presente con una bicicleta con frenos de disco. “Incluso si es descubierto una vez iniciado el recorrido, será invitado a abandonarlo por razones de seguridad, con la misma consideración como si se hubiera acudido sin el casco reglamentario”, explicó Rafael Coca, presidente de la comisión técnica federativa, a El Periódico.
“Si hace una semana veía a un corredor en una prueba de aficionados con frenos de disco, no le hubiera dejado salir y si esta semana voy a una y lo veo, como árbitro que soy, no le daré permiso para salir. Como árbitros, no hemos permitido el uso de los frenos de disco nunca, a excepción de los comisarios internacionales para World Tour”, ha confirmado el propio Coca al diario catalán
La Unión Ciclista Internacional (UCI) prohibió la utilización de los frenos de disco en la alta competición, a raíz del accidente sufrido por Fran Ventoso durante la disputa de la París-Roubaix. A continuación, y a propuesta de las compañías aseguradoras, fue la federación francesa la que amplió el veto a todas las pruebas, de carácter profesional y aficionado, que se disputasen en su país. En España, la normativa, “es clara, precisa y contundente, pues el uso de este tipo de frenos no está autorizado, lo que afecta a todas las carreras, incluidas las de promoción, desde la propia edad de cadetes”, añadió Coca.
Los frenos de disco se permitieron en competición hace ahora exactamente un año. En aquel momento, Brian Cookson, presidente de la UCI, explicó que “los frenos de disco han sido utilizados desde hace más de una década en el ciclismo de montaña y durante los dos últimos años en ciclocross. Su implantación en el ciclismo de ruta debe ser estudiada cuidadosamente en colaboración con todas las partes interesadas. Eso incluye corredores, equipos y fabricantes”. Doce meses después, todo ha dado un giro de 180 grados.