Ciudades

"La clave para integrar la bici es la convivencia: que ni peatones, ni ciclistas ni automovilistas se sientan atacados" (Rocío Muñoz)

Rocío Muñoz es, desde hace cuatro años, profesora en el colegio Maristas de Logroño, donde imparte clases de Arte. Pero es también madre de dos niñas y ciclista urbana convencida. Hablamos con ella de muchas cosas pero, en especial, sobre la importancia de la educación y la formación para integrar y hacer crecer a la bici en las actuales ciudades.

Profesora de arte... ¡y ciclista urbana! ¿Cuándo y cómo empezó tu relación con la bici?

Soy de Granada y, aunque no sea una ciudad demasiado amable para pedalear, ya me movía ahí pedaleando. Al llegar a Logroño la empecé a usar todavía más: Logroño tiene un tamaño y una orografía perfectos para el ciclismo urbano, siempre me resultó muy cómodo para moverme con mis hijas y creo que se dan todas las condiciones para elegir la bici como medio de transporte. Al trabajar en un colegio, todavía más: estás acostumbrada a ver a diario atascos y mucho tráfico en la puerta de los centros, y todo lo que puedas hacer por evitarlo, por sustituir un coche por una bici, me parece de bastante ayuda.

¿Cómo es tu día a día en bici?

Por la mañana voy de mi casa al colegio, que está a unos cuatro kilómetros. Cuando entro a primera hora hay menos coches, pero cuando voy a las nueve... ¡No paro de ver atascos, pero los evito con la bici y llego mucho más rápido! Pero, además, no es solo cuestión de rapidez: en bici cruzo el centro tranquila, a gusto. Llego de mejor humor al trabajo. Y, al salir, pedalear me ayuda a despejarme y desconectar durante la vuelta a casa.

"En bici llego de mejor humor al trabajo. Y, al salir, pedalear me ayuda a despejarme y desconectar durante la vuelta a casa"

¿Hay más profesores en tu colegio que se muevan en bici?

Sí, somos varios. Este año hasta tenemos un aparcabicis propio en el aparcamiento de profesores. Imagino que vernos llegar e irnos cada día pedaleando ayuda a integrar la bici entre los alumnos y las familias, que la normaliza como vehículo cotidiano. Porque esa es la clave en Logroño: integrar, normalizar, convivir. Nadie debe sentirse atacado: ni peatones ni ciclistas, pero tampoco automovilistas. Este colegio es muy grande, hay familias que viven lejos y es lógico que vengan en coche. Esto no es contra ellos, ni contra nadie: todos debemos convivir y respetarnos.

Aparcamiento para bicis en el colegio Maristas de Logroño.
Aparcamiento para bicis en el colegio Maristas de Logroño.

¿Cómo ves Logroño dentro de unos años? ¿Eres optimista?

Es cierto que, en los últimos tiempos, se ven más bicicletas y patinetes. Es una realidad indudable, y que exige trabajar con fuerza por la convivencia de la que te hablaba. Habrá más bicis en la ciudad: una vez que lo pruebas lo normal es que te enganches. Por eso la educación es lo primero: educación para los futuros ciclistas, que en las aulas se les enseñen sus derechos y sus obligaciones sobre una bicicleta. Pero, también, educación vial para aquellos que se mueven en coche y en moto. Y otra cosa: mejor señalización. Más información. Que los automovilistas, por ejemplo, entiendan la diferencia entre un paso de peatones y un paso ciclista, y que en uno nos tenemos que bajar de la bici pero en el segundo no. Y como eso... ¡muchas cosas más!

Y, por último... ¿en qué bici te mueves tú?

En una Winora eléctrica. Antes usaba una bici convencional pero es verdad que a veces, cuando venía con prisa, llegaba al colegio acalorada. Con la e-bike me es más cómodo: llego siempre fresca de mente pero... ¡también de cuerpo!