La ciudad de México, también conocidad como Distrito Federal, es una urbe que, a pesar de ser tan pequeña, tiene al 8% de la poblacón nacional. Esto es un problema por donde lo veas. Las casas son cosa del pasado, lo de hoy es tener un departamento, y si es de dos pisos es porque eres muy rico. Los parques son muy contados, a veces tan pequeños que te toma solo diez minutos rodearlos. Y, obviamente, el tráfico es un infierno en donde recorrer 8km puede tomarte hasta 4 horas.
El Distrito Federal, la New York de México
Por este último problema mucha gente como yo hemos tomado la decisión de utilizar la bicicleta para transportarnos. Algunos admiten que lo hacen porque no les alcanza para una motocicleta. Yo personalmente, lo hago porque no hay transporte más eficiente. Mi “chiquilla”, así le llamo a mi bici, es una tipo MTB y, aunque no será muy cara o con las piezas de mayor calidad, definitivamente la quiero y nunca la dejaría por un carro.
Quiero a mi bici, y nunca la dejaría por un carro
Desafortunadamente, esta decisión que hemos tomado muchas personas en la ciudad también ha propiciado que el robo de bicicletas aumente. Y no solo roban bicicletas amarradas, sino que ha habido casos en los que, a mano armada, te bajan de tu bicicleta.
Ciudad grande, problemas grandes
En respuesta a esta situación y al problema de movilidad, el gobierno decidió implementar un proyecto llamado Ecobici que, como muchos otros en el mundo, consiste en rentar por un tiempo limitado una bicicleta en una estación, recorrer tu ruta diaria y, al llegar a tu destino, dejarla en otra estación. Mucha gente ha optado por esta solución ya que no se precoupan durante el día sobre si su bici seguirá donde la dejaron, además de que siempre habrá una bici disponible cuando la necesites.
Otra solución que se ha implementado es la contrucción de carriles exclusivos. En algunas zonas es solamente para bicis y en otras lo compartes con trasnporte público que sólo funciona con electricidad llamado trolebus. Este último aún tiene sus problemas ya que, como en el carril caben una bici y un camión con la separación suficiente, cuando hay demasiado tráfico muchos automóviles deciden utilizar estos carriles, lo cual pone en riesgo a los ciclistas ya que no solo invaden el carril, sino que además creen que es suyo y reclaman a los ciclistas por no permitirles el paso en dicho carril; por situaciones así algunos dicen que usar la bici en el D.F. es deporte extremo. Afortunadamente en algunos puntos de estos carriles se han colocado múltiples oficiales de tránsito para que los detengan, infraccionen y, con suerte, crearles la suficiente conciencia para que no lo vuelvan a hacer.
Para ser honestos, el problema no solo es de los carros, debido a que esto del ciclismo urbano aún es nuevo en la ciudad, muchos ciclistas abusan de la idea de prioridad sobre el automóvil. Aunque es cierto que los ciclistas tenemos prioridad sobre los demás medios de transporte, esto no implica que podemos ir como locos en la ciudad y pasar enfrente de los carros sin fijarnos. La responsabilidad es de todos; así como los automovilistas deben fijarse en rebasarnos con la debida distancia o anunciar con el debido tiempo una vuelta, de igual manera debemos hacerlo los ciclistas puesto que somos un vehículo más en los caminos.
También nosotros, como ciclistas, debemos solucionar los problemas
A mi ciudad le faltan muchas cosas por resolver respecto a los ciclistas pero, a pesar de ello, cada vez hay más personas que optan por la bicicleta; y es que los problemas no los puede solucionar solamente el gobierno, también nosotros como ciclistas debemos aportar dando a conocer los problemas o incluso buscar las soluciones, después de todo somos una comunidad y como tal entre todos debemos encontrar soluciones. Los invito a visitarnos, a pesar de todo lo mencionado, vale la pena conocernos.
Amo a mi ciudad, pero más a mi bici.