El mejor año de la historia o, al menos, el mejor desde que hay datos fiables: 2020 fue el gran año de la bicicleta en Europa, según acaba de confirmar La Industria de la Bicicleta Europea y el Perfil del Mercado, el informe que difunde cada doce meses la Confederación de la Industria de la Bicicleta Europea (CONEBI), organización a la que pertenece la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE).
“Empujadas por la pujanza de la demanda de los consumidores, las inversiones en infraestructura ciclista y el compromiso por una transición a una economía verde, la industria de la UE y el Reino Unido continúa su crecimiento año tras año, siendo 2020 el mejor año desde que se registran datos”, ha explicado Ehrard Büchel, presidente de CONEBI, quien añadió que las inversiones “alcanzaron en 2020 los 1.500 millones de euros, superando los 1.000 millones de 2019”. Como resume Büchel, “un incremento sin precedentes en la producción en toda Europa”.
Una vez más, los expertos destacan el enorme auge que está viviendo a nivel continental la bicicleta con pedaleo asistido. “Las bicicletas eléctricas se sitúan como la opción que más crece entre los consumidores europeos” comenta Manuel Marsilio, Director General de CONEBI. “Los ciudadanos europeos están apostando por una movilidad más verde y eléctrica antes que por la compra de automóviles”, explica Marsilio, “lo que tiene como resultado un impresionante incremento del 52% en las ventas de bicicletas eléctricas, con un valor total de 10.600 millones de euros”.
Una gran noticia, sobre todo, para la industria europea: 3,6 millones de los 4,5 millones de bicicletas eléctricas vendidas en la UE y Reino Unido fueron fabricadas en Europa.
A ritmo europeo
“Los datos anunciados por CONEBI encajan con los publicados por AMBE hace unas semanas”, comenta Jesús Freire, Secretario General de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE). En su opinión, “la industria de la bicicleta en España crece al ritmo de Europa, con los mayores incrementos de venta de bicicletas, facturación y producción desde que se registran datos”. Una realidad que, por supuesto, va mucho más allá del propio sector: “El boom de la bicicleta eléctrica ofrece enormes oportunidades de empleo y generación de oportunidades de negocio, por su gran valor añadido y la cantidad de empresas españolas que trabajan en la categoría eléctrica”, explica Freire.
La explosión de la industria también ha repercutido, por supuesto, en la producción de partes y accesorios, cuya facturación alcanzó los 3.000 millones de euros en la Unión Europea. “En cualquier caso”, explica Ehrard Büchel, “la situación actual y las dificultades de producción globales nos indican que debemos invertir más en Europa. Según las proyecciones que manejamos, esperamos que el valor de la producción europea de partes y accesorios se duplique hasta alcanzar los 6.000 millones de euros en 2025”.
Empleo
El extraordinario comportamiento del sector de la bicicleta, partes y accesorios ha contribuido también a un aumento histórico en el empleo, alcanzando un crecimiento del 30%. “A día de hoy tenemos una industria ciclista europea compuesta por más de 1.000 pequeñas y medianas empresas que generan más de 155.000 empleos”, comenta Manuel Marsilio. “Si tenemos en cuenta el cicloturismo, servicios como la ciclo-logística, las bicicletas compartidas, las tiendas y talleres, el número de empleos del sector se sitúa en los 850.000 empleos verdes generados por nuestro sector”, comenta Marsilio.
Por cada mil bicicletas eléctricas que se producen en Europa se generan entre 6 y 9 empleos cualificados, casi el doble que los entre 3 y 5 empleos cualificados creados al producir mil bicicletas convencionales. “Nuestro sector ofrece un valor tangible a la economía europea en términos de empleo, inversiones, oportunidades de negocio e innovación. Además, la huella medioambiental de nuestro sector es positiva, contribuyendo a una economía más verde” zanja Manuel Marsilio.