Biba nació hace cinco años, con el propósito de reutilizar unos tubos y crear unas bicicletas cargo diferentes al resto. Un lustro después, venden sus modelos a distintos países de Europa como Alemania o Italia, y muchos turistas que pasan por su showroom de Barcelona se animan a llevarse una a su país.
“Son bicicletas de carga con una ergonomía muy buena, hechas en acero inoxidable y bastante ligeras”, nos cuenta Jordi Sala, implicado en distintos proyectos relacionados, siempre, con el ciclismo. “Acabamos de lanzar una long tail, y vendido modelos a Alemania, Inglaterra, Italia… En general, las cargo bikes se venden mejor en Europa que en España”.
“Vienen turistas a nuestro show room de Barcelona y se llevan una Biba a su país”
Manejables y atractivas, las Biba pueden verse en el showroom de la marca en Barcelona, más exactamente en la calle María 11. “Vienen turistas a la tienda”, explica Sala, “y se llevan las bicicletas. Son ruedas de 20”, lo que las hace más manejables, y viajan después con ellas en su coche o se las mandamos. Son artesanales, hechas a mano, y eso atrae mucho al público extranjero”.
Aplicando la filosofía de crecer poco a poco (“fabricamos lo que vendemos”, cuenta su responsable), intentan responder a la demanda del publico de las cargo. “Mucha gente busca una bicicleta urbana que le permita transportar un poco de carga y niños. Llevar a los niños al colegio, por ejemplo, y llevar algo de carga en bici es perfecto. La bicicleta urbana, aunque en España todavía esté en pañales, es el futuro”.
¿Qué falta en nuestro país para que las bicicletas cargo y, por extensión, el ciclismo urbano lleguen a las cotas de otras regiones europeas? “Infraestructura”, asegura Sala. “Si a la gente le pones carriles bici y calles 30, las bicis saldrán en tropel. Coge una calle, quítale los coches y se llenará de gente andando y pedaleando”.