Un éxito en streaming
Según Flix Patrol, web que publica el ranking de lo más visto en plataformas de streaming, Rebel Ridge es una de las películas con mejor rendimiento en Netflix a lo largo de 2024. Un gran logro de Jeremy Saulnier, que la escribió, dirigió y editó, y más teniendo en cuenta que se trata de un filme largo (131 minutos) y que no pasó antes por los cines.
El disparador de la historia es sencillo: un exmarine llamado Terry Richmond (encarnado por un impecable Aaron Pierre) acude a un pequeño pueblo, Shelby Springs, para ayudar a su primo, que está detenido y espera una fianza que pueda liberarlo.
Pero cuando Terry llega con el dinero le confiscan injustamente los ahorros de toda una vida, por lo que debe enfrentarse al jefe de la policía local, Sandy Burnne. ¿Lo mejor? Que Burnne está interpretado por Don Johnson (el glorioso Sonny Crockett de Miami Vice), que deslumbra en este otoñal reto y da todavía más brillo a una trama muy oscura. Sabido es, porque lo hemos visto mil veces en el cine: a pueblo pequeño, infierno grande.
La bici del exmarine
Rebel Ridge empieza con su protagonista montado en una bicicleta, sobre la que pedalea tranquilo por una carretera hasta que un automóvil lo atropella. Lo exótico es que ese vehículo pertenece a la policía, y desde el primer momento sospechamos que no fue un accidente.
Cualquiera se sentiría atrapado con ese comienzo, pero nosotros también nos fijamos en la montura, una Salsa Journeyman 2022, estupenda bicicleta de gravel que en su momento costaba unos mil dólares. Por cierto… ¿Por qué el protagonista, al denunciar el atropello, asegura que le costó casi el doble?
Un cineasta para tener en cuenta
Pese a su evidente talento Jeremy Saulnier, el autor de la película, no es muy popular. Nacido en 1976 en Alexandria, Virginia (EE UU), estudió cine en la Universidad de Nueva York, y en 2013 llamó la atención de la crítica con Blue Ruin, un inquietante thriller con un protagonista sorprendente que se puede ver en España en Amazon Prime y Filmin.
Su primera colaboración con Netflix fue Noche de lobos (2018), fabuloso thriller psicológico ambientado en Alaska no apto para gente impresionable. Saulnier es un cineasta que se mueve tan bien en espacios abiertos (Noche de lobos y muchas escenas de Rebel Ridge) como en escenarios más limitados (el espectacular tiroteo en la comisaría de Rebel Ridge nos da toda la razón).
Ritmo trepidante, protagonistas carismáticos y un gran y desconocido autor… ¿Quién da más?
Salsa, ideal para aventuras
Y ya que hablamos de Salsa Cycles, podemos contar algunos detalles de su historia. Fundada en 1982 por Ross Shafer en Petaluma, California (EE UU), la empresa empezó como un modesto proyecto de construcción de cuadros personalizados, para transformarse después en una marca de culto para los ciclistas más aventureros.
Salsa fue adquirida en 1997 por Quality Bicycle Products (QBP), uno de los distribuidores ciclistas más grandes de los EE UU, y se consolidó como una referencia en el bikepacking por modelos como la Fargo o la Cutthroat. El lema de la marca resume su espíritu y objetivos: “Adventure by Bike”.
Muchos problemas y un final feliz
La producción de Rebel Ridge estuvo marcada por dificultades que complicaron al proyecto: la primera de ellas fue la deserción de John Boyega, el actor británico de origen nigeriano conocido internacionalmente por interpretar a FN-2187 / Finn en la renovada saga de Star Wars.
Él era el elegido para el rol protagónico, pero abandonó la película en pleno rodaje argumentando “una emergencia familiar”. Los rumores aseguraban que, en realidad, Boyega no se llevaba bien con el director ni con el resto del equipo, por lo que optó por dar un paso al costado obligando, de este modo, a parar la filmación.
Cuando ésta fue retomada, ya con Aaron Pierre sustituyéndole, fue la pandemia la que interrumpió el rodaje, en un proceso que se prolongó hasta tres años y que el propio Saulnier definió como “excesivamente tumultuoso”. El resultado final, eso sí, merece la pena: la película es muy buena, el público supo apreciarlo y, desde luego, nos regaló a un Don Johnson descomunal, destapándose a los 74 años con uno de sus mejores papeles.