“No más mentiras con los malos humos que amenazan nuestra salud”. Bajo ese titular, Greenpeace quiere llamar la atención sobre una problemática que afecta a todos los ciudadanos y para cuya concienciación ha puesto en marcha una ambiciosa recogida de firmas.
Greenpeace denuncia que las emisiones reales de los coches son “mucho mayores de lo que dicen las cifras oficiales de los fabricantes”, por lo que exige controles “que digan la verdad”, de cara a “no seguir sacrificando nuestra salud y alimentando el cambio climático”. El grupo ecologista explica que la UE está discutiendo los nuevos controles de emisiones que deberían tener en cuenta las condiciones reales de conducción, ante lo que denuncia que “los fabricantes presionan para volver a escaparse con nuevos parches legislativos y el Gobierno español está cediendo a esas presiones, pidiendo a la Comisión Europea unos límites de emisiones más permisivos”
“Lo ocurrido con Volkswagen ha marcado un antes y un después, pero estamos convencidos de que es sólo la punta del iceberg”, denuncia Marina Bevaqua, portavoz de la organización ecologista y una de las impulsoras de la campaña de recogida de firmas. “Estamos viendo que la industria no tiene ningún reparo en ocultar que está dañando gravemente al medio ambiente y a la gente”.
España, complaciente con el lobby del motor
De cara a la próxima reunión de los ministros de Transporte, que tendrá lugar este lunes, Greenpeace no es demasiado optimista, especialmente frente a la postura de países como España. “Los movimientos del ministro de Industria han sido claros: España está mostrando una actitud muy conservadora y complaciente con el lobby automovilístico. Esperemos que la presión de otros países que sí están más comprometidos con los ciudadanos y el medio ambiente sirva de contrapeso”.
De cara al futuro cambio de modelo, Greenpeace está convencida de que la bicicleta está llamada a jugar un papel protagonista, “especialmente dentro de las ciudades”, apunta Bevaqua. Pero en opinión de la organización, la movilidad “es un problema global, que también pasa por la apuesta decidida por los coches eléctricos y las energías renovables”. En ese sentido, todas las medidas claras que vayan en esa dirección “son más que bienvenidas”.