La falta de civismo es incompatible con una ciudad mejor para todos. Un comportamiento que se aprecia claramente en todo lo que tiene que ver con las bicicletas compartidas, especialmente si éstas son de las llamadas ‘free floating‘, es decir, que no necesitan de estación alguna para ser estacionadas.
Hace apenas dos meses, en Ciclosfera os contábamos que Granada estrenaba un nuevo servicio de bicicletas compartidas de la mano de la empresa oBike. 250 de ellas comenzaron a rodar por la ciudad con el objetivo de ser una opción de transporte sostenible para los granadinos. Sin embargo, las primeras muestras de vandalismo ya se han hecho notar, y algunas fuentes indican incluso que la policía de la ciudad andaluza no da abasto para solventar los problemas que provocan algunos ciudadanos incívicos.
Según denuncian cuentas de Twitter como @UGRenfurecida, decenas de esas bicicletas están apareciendo en los lugares más insospechados. Lo hacen en condiciones lamentables que dificultan o imposibilitan su uso por parte de otros ciudadanos. Y, por tanto, perjudicando la movilidad y la salud de todos.
“Las bicicletas aparecen en parques famosos de la ciudad, en el río Genil, en pueblos como Maracena, Albolote, Armilla e incluso Las Gabias (a bastantes kilometros del centro), en rotondas, basuras, etc”, explican a Ciclosfera desde @UGRenfurecida.
“Hay que decir que la mayoría de granadinos ha recibido bien el asunto de las bicicletas de alquiler. De hecho, muy bien. Los estudiantes aplauden el poder coger una bicicleta y dejarla en la puerta de la facultad sin preocuparse de nada más. De hecho, te puede salvar de llegar tarde o no a una clase. Es una medida limpia, novedosa y, sobre todo, fresca, porque cada vez mas se fomenta el uso de la bicicleta”.
“En poblaciones mas adultas quizá esto no sea tan fresco, pero igualmente se observaban personas mayores mirando con alegría las bicicletas y comentando a sus hijos pequeños que son bicicletas de alquiler, “amarillas como los taxis en América”, llegué a escuchar de un padre a un hijo de poca edad. En el único colectivo que no ha calado nada bien es en el de la delincuencia. Al ser gratuitas por ahora y no requerir ningún tipo de fondo de garantía, las desbloquean y se van en pandillas por ahí a romperlas, dar una vuelta, etc”, denuncian.
Desde @UGRenfurecida aclaran: “Ojo, que no todas aparecen tiradas. Algunas siguen intactas y si esto ha sucedido al principio, con todo gratuito, seguro de que en cuanto exijan 50€ por el inicio del servicio y luego unos céntimos por usarla, estos vándalos no tendrán otra cosa que hacer. Con el tiempo se olvidarán de ellas y estaremos muy contentos de tener nuestras bicicletas de alquiler. Lo que subyace en todo este problema es una gran falta de educación, poca conciencia de lo público/social y mucho ego que justifica lo injustificable por la mera razón de divertirse”.