Sin duda, estamos asistiendo a una nueva revolución tecnológica en el mundo de las dos ruedas. Y no sólo en el diseño, también en la seguridad y la interconectividad. Las llamadas ‘smartbikes’ están llamadas a revolucionar el mundo del ciclismo y la Gi Bike es el ejemplo ideal. Su diseño permite plegarla en tres segundos; es eléctrica, cuenta con conexión para smartphones y con un sistema antirrobo. Y eso no es todo: incorpora unas luces LED laterales para mayor seguridad y una cadena que no requiere mantenimiento.
Los responsables de la Gi Bike son Lucas Toledo y Agustín Agustinoy, dos emprendedores argentinos, ambos estudiantes en la UNC, que han podido desarrollar el prototipo gracias a la ayuda de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (APCyT), pero también gracias al apoyo de amigos y familiares.
Este protótipo de eléctrica pesa 17 kilos y se pliega en tres segundos
En cifras
Fabricada de aluminio, la versión eléctrica pesa 17 kilos. Sus dimensiones cuando está plegada -bastan tres segundos- son un metro de alto y 90 cm de largo (por cierto, basta deslizarla como un carrito, no hay que cargarla). Su autonomía oscila entre los** 60 y 80 kilómetros y la velocidad máxima es de 25 kilómetros por hora**.
Si el propietario se desplaza a más de 100 metros de la bicicleta, tanto los frenos como el sistema eléctrónico se bloquean. Gracias al GPS, y en caso de ser robada, su dueño podrá saber exactamente donde se encuentra. Además, cuenta con una entrada USB para conectar el smarphone -con todas las ventajas y aplicaciones que esto supone… ¿Quién da más?
Presentada en la plataforma Kickstarter, la Gi Bike eléctrica podría llegar al mercado por unos 2.990 dólares (unos 2.200 euros), si supera con éxito la campaña.