Este sistema, pionero en Europa, ha sido desarrollado por la Fundación Social Emaús – a través del centro de movilidad sostenible Cedemos– y estará situado hasta abril en Las Arenas, Vizcaya. Durante este periodo será sometido a una serie de pruebas por parte de un grupo de ciclistas urbanos que estudiarán su funcionalidad. Con una longitud de 4,40 metros y capacidad para once bicis, el sistema cubierto está desarrollado para que el usuario guarde la suya de forma individual, con un compartimento añadido que le permite dejar el casco u otros complementos (además de contar con puntos de recarga para bicis eléctricas).
Seguro y accesible
El proyecto, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento y de la caja BBK, tiene previsto incorporar 45 aparcamientos más en los siguientes tres años si todo marcha bien, lo que permitirá crear entre 20 y 23 puestos de trabajo destinadas a personas en riesgo de exclusión. José Gómez, gerente de Cedemos (quien no descarta vender este invento incluso más allá de la comunidad autónoma) ha recalcado que el objetivo es eliminar el riesgo de robo al dejar la bici en la calle, creando así un espacio seguro y accesible a todo tipo de usuarios.