Es uno de los centros de producción de bicicletas más importantes de Europa. La fábrica de Gazelle Bikes, ubicada a pocos kilómetros de la localidad holandesa de Arnhem, ensambla 275.000 bicicletas al año, y acaba de dar salida a su bicicleta número 15 millones. Son, pues, testigos de excepción de hacia dónde va el mercado de la bicicleta en el que probablemente sea el país más ciclista del mundo.
“Pronto produciremos incluso más bicicletas eléctricas que las bicicletas normales”, ha apuntado Ferdi Ertekin, dueño de Gazelle desde el pasado 2011, en un comunicado publicado en la web de la marca. Las cifras parecen apuntar en esa dirección: en 2017, un 35% de las bicicletas ensambladas por la compañía holandesa fueron e-bikes.
“Todo y todos pronto estará conectado a Internet en tiempo real. Incluidas nuestras bicicletas”, explica Ertekin. “Los ciclistas pronto estarán mejor protegidos contra el robo de bicicletas y la e-bike informará a su dueño, si es necesario, del mantenimiento que requier. Además, las tendencias como el uso compartido de bicicletas o el alquiler recibirán un impulso, lo que hará más habitual cruzarse con bicicletas inteligentes y multiplicará las aplicaciones online”.
Actualmente, Royal Dutch Gazelle da trabajo a 350 personas en su fábrica de Arnhem
Royal Dutch Gazelle es historia viva de la bici holandesa. La fábrica es una fusión entre un edificio erigido en 1902 y una línea de ensamblaje y pintura de 7000 metros cuadrados ubicada en una vanguardista extensión construida en 2014, que inauguró personalmente el rey Guillermo Alejandro. El prefijo “Royal Dutch” se añadió en 1992 coincidiendo el centenario de la compañía. Y es que cumplir 100 años es una condición sine qua non para obtener dicho honor, que además sólo puede recabar en una compañía de un sector. Actualmente, la Royal Dutch Gazelle da trabajo a 350 personas.