La clasificación Scootfree Cities (Ciudades libres de hollín) vuelve a señalar los lugares de Europa más castigados por la contaminación. Y una vez más, las ciudades españolas quedan relegadas a los últimos puestos.
El estudio, para cuya elaboración han participado diversas organizaciones como Friends of the Earth o Ecologistas en Acción, evalúa la calidad del aire de 23 ciudades del viejo continente. Además, examina las políticas que las distintas administraciones municipales han puesto en marcha durante los últimos cinco años para tratar de frenar la contaminación y promover la reducción de emisiones, el transporte público y la movilidad sostenible.
Entre las españolas la peor parada es Madrid, cuarta por la cola
Entre las ciudades españolas, la peor parada es Madrid. La capital de España se sitúa cuarta por la cola, empatada con Roma, Glasgow y Dublín y sólo superada en malas praxis por Lisboa y Luxemburgo, que obtienen la peor calificación. El estudio critica la “escasa determinación de las autoridades” de estas ciudades para poner coto a dicha contaminación, que supone “un grave peligro para la salud de los ciudadanos”. Además, y en el caso concreto de la capital, esl estudio señala que el transporte público madrileño “lejos de mejorar, ha empeorado sustancialmente en los últimos tiempos”. El estudio tampoco pone mucho mejor a Barcelona, a la que sitúa en un decepcionante decimoquinto lugar. Según sus responsables, la capital catalana tiene “importantes deficiencias”.
Las mejores
En el otro extremo de la balanza destacan las urbes modélicas. Zurich se sitúa en lo más alto, seguida de Copenhague. La ciudad suiza lleva dos décadas aprobando en referendum una política que priorice el transporte público y las bicicletas en detrimento del vehículo privado. La capital danesa, por su parte, es líder en movilidad ciclista y está propugnando leyes muy severas contra los vehículos más contaminantes, como los coches diesel, los camiones y la maquinaria de construcción. Del mismo modo, otras ciudades como Viena, Estocolmo o Berlín -tercera, cuarta y quinta, respectivamente- pasan el examen con buena nota, y no van a tener problema en cumplir con los valores límite que marca la Unión Europea.
El 90% de los ciudadanos europeos respira aire contaminado
El estudio recuerda además un dato alarmante: el 90% de los ciudadanos europeos respira aire contaminado -un dato que en el caso de España alcanza el 95%-, lo que no hace sino más urgente la necesidad de apostar de manera decidida por un cambio radical en nuestra manera de transportarnos en las ciudades.