Su objetivo es facilitar el acceso al trabajo y el aparcamiento en las grandes ciudades. Y en vez de prescindir del coche, Ford ha apostado por convertir el vehículo en una bici plegable que se construye utilizando las diversas partes y piezas de éste.
Por ejemplo: el reposacabezas del asiento funcionaría como sillín, el gato que utilizamos para levantar el coche se convertiría en los pedales o la rueda de respuesto, en los neumáticos de la bicicleta.
El reposacabezas se transformaría en el sillín y el gato, en los pedales
La patente, lanzada por Ford Global Technologies, se incluiría en modelos como el Ford Focus y tiene como objetivo facilitar el desplazamiento, en aquellos casos en que el tráfico sea especialmente denso y el aparcamiento parezca un imposible. Una solución igualmente práctica si el coche se queda sin gasolina, por ejemplo.
“La movilidad en las zonas urbanas se vuelve cada vez más difícil por el crecimiento de la población y la infraestructura”, explicó la compañía, “Una bici plegable es ideal para llegar a nuestro destino y guardarla, por ejemplo, en nuestra oficina”.
El cuadro de este híbrido móvil podría estar fabricado de aluminio, titanio, fibra de carbono o incluso de bambú, materiales ligeros y resistentes para una plegable de la que se espera no pese más dos kilos y medio.
¿Una solución a corto plazo?
Ford pauesta así por un concepto de movilidad de doble uso, apoyándose en la versatilidad de la bicicleta para desplazarse por la ciudad y sirviéndose del coche para cubrir grandes distancias. Una alternativa que si bien no es la solución perfecta, sí podría suponer un paso más hacia una movilidad más sostenible en las grandes y congestionadas urbes.