Tiendas de bicicletas

Dosnoventa: el triunfo de la excelencia

Hablamos con uno de los fundadores de la marca barcelonesa Dosnoventa: un colectivo, casi una hermandad, a la que también pertenece la firma de gafas Oakley.

La amistad es la base de algunos de los más grandes negocios de la historia. Fueron dos amigos, Juan Guadalajara y Juanma Pozo, los fundadores de Dosnoventa, ahora una de las marcas más activas, inquietas y singulares del panorama ciclista español e internacional.

“Regentábamos una pequeña tienda de piñón fijo en Barcelona”, cuenta Juanma, “y en 2010 tuvimos la necesidad de crear nuestra propia marca. Empezamos a fabricar cuadros, para nosotros, pero como teníamos experiencia decidimos crear un producto high class”. La respuesta llegó pronto: pedidos de Japón, Europa, Australia… La revolución Dosnoventa echaba a rodar.

Hoy, sus responsables afirman que Dosnoventa es “la mejor marca de bicicletas de piñón fijo del mundo”. ¿Por qué? “Ante todo”, cuenta Juanma, “por una relación calidad-precio incomparable. Están hechas con un mimo especial y todos los componentes son Made in Italy, porque no fabricamos en Asia. Y el feeling al rodar… Es único y exclusivo”.

La invasión de Corea

Aunque 40 tiendas de todo el mundo distribuyen sus bicicletas, hay un país en el que causan furor: Corea del Sur. “Supone el 65% de nuestro mercado, especialmente Seúl”, apunta Juanma. La clave es su alto poder adquisitivo y la particularidad, su juventud. “El usuario coreano de una Dosnoventa tiene entre 17 y 25 años, mientras que en Europa está más bien entre los 25 y los 40″.

Foto: Brazo de Hierro
Foto: Brazo de Hierro

Para llegar a mercados, a priori, tan lejanos, otra de las claves fundamentales en Dosnoventa es la comunicación audiovisual. Han grabado vídeos por California, Nueva York o Japón, ahora se suben a un avión rumbo a la citada Corea… “La imagen es un pilar importantísimo”, explica Juanma. “Queremos que nos vean como algo más que una marca de bicicletas, como algo que posee un romanticismo especial”. Y parte de ese romanticismo está en lo que ellos mismos llaman brotherhood, o hermandad: eso que siente cada afortunado poseedor de una de sus máquinas, independientemente de dónde vivan.

El apoyo de Oakley, patrocinador de Dosnoventa, es básico. “Por mucha imagen que tengamos somos una marca pequeña. El patrocinio de una firma tan potente como Oakley es fundamental para poder sufragar los gastos de viajes o eventos. Además, en Dosnoventa nos gusta estar con los mejores, y a la hora de hacer gafas no hay nadie como Oakley”.