El domingo 29 de enero fue un día nefasto: tres ciclistas murieron y una cuarta persona fue gravemente herida tras ser atropellados por un automovilista que se dio a la fuga, presuntamente borracho, en Curridabat, al este de San José, capital de Costa Rica. Pero hubo más: el mismo día en Siquirres, al este del país, otro ciclista moría atropellado poco antes de cruzar un puente.
El domingo 5 de febrero, en cambio, fue un gran día. Tras una semana de dolor y repulsa, más de siete mil ciclistas de Costa Rica se reunieron en San José, más concretamente a la sombra de la estatua de León Cortés en el Parque de la Sabana, para homenajear a las víctimas de accidentes de tráfico y exigir más respeto en la carretera.
Leo Ruiz, joven activista de Chepecletas, uno de los grupos de ciclistas más activos del país, organizó el mismo día de los atropellos un evento, bajo el lema “Somos bicibles”. La convocatoria tuvo rápida repercusión en las redes sociales y, poco después, colectivos ciclistas de todo el país conversaban, se reunían y terminaban de darle forma al acto. Gerardo Rodríguez y Teo Mezger diseñaron la enorme bicicleta subrayada por la palabra “Respeto”, y cientos de ciclistas acordaron reunirse, a las nueve de la mañana, el domingo siguiente.
“Nunca se habían visto tantos ciclistas juntos en Costa Rica”, asegura Roberto Guzmán
“Nunca se habían visto tantos ciclistas juntos en Costa Rica”, asegura Roberto Guzmán, director de Chepecletas. “Vinieron de todas las provincias ciclistas deportivos y urbanos, que participaron de forma voluntaria y orgánica en un acto absolutamente pacífico”. Los testimonios en las redes sociales son unánimes: fue una jornada inolvidable, que incluso emocionó a los familiares de las víctimas. “Muy feliz de que Costa Rica se mueva para seguir salvando vidas y defienda los derechos de nuestros ciclistas”, escribió en Facebook Liz González, cuyo hermano Mau murió en el accidente. “Mi hermano no tuvo la suerte de sobrevivir, pero se convirtió en nuestro estandarte de lucha. 100% apoyando y agradecida”.
Medidas urgentes
Además de para dejar impresionantes imágenes desde las alturas (obra de Mike O’Reilly y la empresa Aerialshutter), el acto tuvo consecuencias prácticas e inmediatas: el día siguiente el presidente Luis Guillermo Solís instó a los responsables de Tránsito, Educación y Deporte a tomar medidas para evitar que estos accidentes se repitan. “Tratemos de construir una propuesta integral, primero desde el gobierno y después desde la sociedad civil”, dijo el presidente, que lamentó la escasa integración de las distintas leyes existentes y sugirió poner en marcha medidas como “revivir las cámaras en carretera, regalar chalecos de material reflejante y poner más policías de tráfico”.
Hoy mismo, viernes, representantes de distintas organizaciones del país se reunirán con el Ministerio de Obras Públicas y Transportes de Costa Rica. Sensibilizados por la tragedia y atraídos por las emotivas imágenes de la marcha del domingo, casi todos los medios de comunicación han secundado la demanda ciclista, dándole una amplia cobertura. “Hubo un impacto muy grande en la sociedad”, cuenta Guzmán, “sobre todo por la imagen que formamos y que circuló por todos lados. Sin embargo, es llamativo que también haya habido muchos comentarios negativos, personas que siguen defendiendo el uso del coche a toda cosa y que ven, en cualquier accidente, una oportunidad para asegurar que los ciclistas somos imprudentes y no respetamos las leyes”.