Bicicletas

Cuando las bicis son un problema

Atascos, escasez de aparcamientos, carriles colapsados… La popularidad de la bicicleta como solución a la congestión de tráfico de las grandes ciudades se enfrenta ahora a una nueva problemática en ciudades que llevan décadas promocionando el ciclismo urbano: ¿No habrá demasiadas bicis?

La voz de alarma ha saltado en países como Holanda y Dinamarca, referentes mundiales del ciclismo urbano. Al parecer, el*volumen de bicicletas* está causando problemas en algunas ciudades. Y es que el ciclismo urbano, promovido intensamente durante las últimas décadas estos países, se antoja hoy como un problema. La pregunta: ¿Hay demasidadas bicis? El diario alemán Der Spiegel  publicaba hace unos días un titular  alarmante: “Too Many Bikes? Challenges in Europe’s Cycling Boom”. El artículo se hacía eco de los diversos problemas de tráfico y falta de infraestructura ante el aumento de ciclistas en ciudades como Copenhague -donde un tercio de la población se desplaza en bici. Y es que la bicicleta, presentada como la solución ideal a la congestión del tráfico y la contaminación en las grandes urbes, parece ahora “ahogarse en su propio éxito”, según el artículo.

En ciudades como Groningen (Holanda), el volumen de bicicletas casi duplica a la población

Ciudades como Groningen (Holanda), cuyo volumen de bicicletas casi duplica a la población, y donde el 50% de los desplazamientos se hacen en bici, empieza a plantearse cómo lidiar con la reciente avalancha de estos vehículos:  “Estamos muy orgullosos de nuestro alto porcentaje de las bicicletas, pero el éxito también ha causado problemas. Tenemos que tomar medidas”, afirmó Spiegel Jaap Valkema, comisario de la bicicleta de la ciudad en el pasado encuentro Velo City en Viena. Berlin también empieza a ser consciente del problema de espacio: “Hay una falta de espacio en las carreteras. Los carriles bici son demasiado estrechos. A veces, 30 o 40 personas están esperando en un semáforo y algunos  carriles bici – especialmente los más antiguos – no ofrecen espacio para adelantar a otros ciclistas”, afirmó Burkhard Horn, un planificador de tráfico de la capital alemana. Una de las soluciones planteadas es la reasignación de nuevos espacios, además de la reestructuración en la infraestructura cilista actual, inversión necesaria para dar cabida y hacer frente a un mayor tránsito de vehículos. Es la solución por la que Copenhague está apostando: la ciudad ha invertido 22 millones de euros en adaptar y ampliar la infraestructura existente.