Nunca está todo hecho. Ni siquiera en aquellas ciudades que son ejemplares en cuanto al número de ciclistas que surcan sus calles. En la capital danesa, Copenhague, el número de ciudadanos que utilizan la bicicleta como medio habitual de transporte no para de crecer: ya se sitúa en el 49%, con un incremento de seis puntos porcentuales en el transcurso de un año de 2017 (cuando ese mismo índice estaba en el 43%) a 2018.
Este aumento tan significativo no es habitual en un periodo tan corto de tiempo. Sin embargo, encuentra su explicación en los planes de las autoridades locales de aumentar el número de ciclistas. Es parte del llamado Cykelstiprioriteringsplanen 2017-2025, que planea nuevas restricciones al tráfico motorizado para fomentar el uso de la bicicleta. Todo, con un objetivo en mente: alcanzar, de cara a 2025, el astronómico porcentaje del 50% de trayectos en bicicleta. Visto lo visto, es más que posible que se consiga de cara al año que viene.
El plan Cykelstiprioriteringsplanen se marcó como objetivo llegar al 50% de trayectos en bici en 2025, algo que ya casi se ha conseguido
La apuesta de Copenhague por la bicicleta viene de lejos. Según recuerda en un artículo la revista* Forbes, * el número de bicicletas ha aumentado un 68% a lo largo de los últimos 20 años. En parte, debido a que la población de Copenhague no para de crecer: se prevé que el número de habitantes del centro de la ciudad aumentará de 600.000 a 715.000 en los próximos 15 años. 1912 a 1969, el ayuntamiento construyó al menos una milla (1,6 kilómetros) de infraestructura ciclista cada año. Tras un pequeño parón de 1970 a 1974, a partir de aquel año la construcción de carriles bici se disparó hasta llegar a los casi 400 kilómetros con los que cuenta la ciudad en la actualidad.
El último informe municipal sobre la situación del ciclismo en la ciudad es concluyente: hay que seguir trabajando y no dormirse en los laureles. “Es necesaria una expansión continua de la infraestructura para bicicletas”, señala el documento. Sin embargo, dado que la Dirección Nacional de Carreteras está recortando el presupuesto en materia de transporte, las autoridades disponen de menos dinero para gastar en carriles bici. Por ello, la apuesta pasa por más restricciones al tráfico y por reducir significativamente los espacios de estacionamiento ara coches, al tiempo que se amplían los párkings para bicicletas.