La apuesta de Coolsec no es otra que ofrecer a los usuarios aquellos complementos que, además de ser prácticos, destacan por su comodidad y estilo: “Generamos color, movimiento y energía en cada persona y ciudad”. Esto se aprecia, claramente, en su producto estrella: el cubresillín. Los diferentes modelos son reversibles, ofreciendo un lado impermeable que protege al usuario de la suciedad y humedad , además de estar acolchados y reforzados en los laterales. En resumen, comodidad, gusto y seguridad (cuenta también con una etiqueta reflectante para seguridad vial) al servicio del ciclista urbano.
Social y sostenible
Pero Coolsec va más allá de la estética práctica, las colecciones de han producido íntegramente en Barcelona, empleando a personas excluidas del ámbito social en su fabricación. Su actitud, afirman, se decanta claramente hacia el “compromiso social y el diseño sostenible”. De hecho, la primera colección se hizo en el centro penitenciario de Brians 2. Su currículo habla por sí solo, han obtenido varios premios, entre ellos, a la “mejor idea creativa” en el Innovation Festival barcelona 2011 o en el Global Eco Forum,* *en la categoría Eco-Emprendedores.