Escúchate a ti misma
Si has decidido que quieres hacer un viaje en bicicleta es porque realmente te apetece hacerlo. Así que, no te lo pienses mucho más, adelante. Es muy común que, cuando le comuniques a tu entorno que quieres hacer un viaje en bicicleta sola, te intenten convencer para que no lo hagas, para que intentes buscar a un acompañante… Es muy posible que intenten quitarte esa idea de la cabeza. Si de verdad quieres hacer ese viaje en bici, tendrás que evitar prestarles demasiada atención.
Es normal que tengas miedo
Ya sea miedo a lo desconocido, al ser humano, o a no cumplir el objetivo propuesto. La mayoría de esos miedos son muy intensos antes de empezar el viaje. Sin embargo, una vez que estás en ruta irán desapareciendo.
El miedo a lo desconocido es el más fuerte antes de empezar. Te imaginas esos sitios que vas a recorrer, en los que vas a dormir, los caminos que vas a seguir y las cosas que te pueden pasar… Es en ese momento cuando los pensamientos negativos aparecen por tu mente sin que puedas evitarlos. Crees que algo malo te sucederá. Sin embargo, cuando empiezas el viaje te das cuenta que te has preocupado demasiado, que todo sale rodado y que lo que necesitas es tener muchas ganas de salir a vivir aventuras.
El miedo a los humanos. ¿Y si me violan? ¿Y si me intentan robar? Muchas preguntas pasarán por tu cabeza a las que no sabrás dar respuesta, lo único que conseguirás es aumentar las inseguridades. De nuevo, cuando comiences el viaje descubrirás que el mundo lo pintan muy mal pero vas a conocer a gente maravillosa que va a estar siempre dispuesta a ayudarte.
Otro de los miedos más comunes es el de no cumplir tu objetivo. Cuando sales de casa con tu bici cargada con las alforjas llenas de sueños, le estás comunicando a la gente que vas a ir de un punto A a un punto B. Te preocupa no cumplir tu palabra, fracasar en tu proyecto… Hay algo de lo que tienes que ser consciente, ese viaje en bicicleta lo estás haciendo porque te apetece, no para demostrarle nada a nadie.
La intuición es tu arma más importante.
No será lo normal, pero puede ser que en algún momento acabes en una situación algo incómoda. Bien porque la persona con la que estés no te dé buena espina, porque el lugar en el que te encuentres no te guste demasiado… Lo bueno de ir sola es que tú tienes el poder de decidir dónde estar en cada momento y con quién. Si en algún momento no te sientes cómoda, sal de ahí. Tu intuición es muy poderosa y, si algo no te gusta, por algo será.
Seguridad.
Muchas mujeres deciden viajar con gas pimienta o algún cuchillo por si se encuentran en alguna situación de peligro. Antes de meterlo en tus alforjas tienes que plantearte, ¿de verdad lo vas a usar?
No te preocupes por la soledad.
En primer lugar, viajar sola no es sinónimo de estar sola. Haciendo cicloturismo vas a llamar la atención de mucha gente que se va a parar a hablar contigo, conocerás a más viajeros, a locales con los que pasarás ratos agradables… Te darás cuenta que, mientras viajas, las relaciones son mucho más intensas que en tu vida cotidiana y podrás considerar amigos a personas con las que apenas hayas coincidido unos días.
Aburrirte no es fácil.
Otro tema que preocupa mucho antes de emprender un viaje en solitario es aburrirse. Hay que tener en cuenta que aburrirse no es malo, todos nos aburrimos en algún momento. De todas maneras, cuando viajas vas a tener muchas cosas de las que encargarte y con las que ocupar tu tiempo. Tendrás que decidir qué ruta hacer al día siguiente, dónde dirigirte, dónde dormir… Gran parte del día lo pasarás pedaleando. El resto, puedes aprovechar a hacer cosas que te gustan, ya sea escribir un blog, leer, hacer un curso online… Ya verás cómo en vez de sobrarte tiempo te falta.
Cómo vestirse.
Lo más recomendable es llevar muchas capas. Cargar con prendas que abriguen mucho, pesadas y que ocupen un gran espacio en las alforjas no tiene mucho sentido, se acabará convirtiendo en un estorbo. Es mejor llevar prendas más finas, que te puedas poner unas encima de otras para quitarte o ponerte según la temperatura que haga.
Higiene.
La norma básica de cualquier viaje en bici es llevar poco peso. Por ello, es muy recomendable utilizar el mismo jabón para ducharte, lavarte el pelo y lavar la ropa. Es útil viajar con uno compacto, para evitar que se derrame y manche la ropa. A algunas mujeres este jabón les seca un poco el pelo, prueba otra marca, al final encontrarás uno que te vaya bien.
El sillín.
Los sillines para las mujeres son más anchos que para los hombres. Elige uno que sea cómodo para ti, prueba todos los que necesites. Es realmente importante que te sientas cómoda porque vas a pasar muchas horas encima de él.
¿Qué hago si tengo la regla?
Cuando tienes la menstruación, lo mejor es la copa menstrual. Además de ser reutilizable y ocupar poco, si viajas al extranjero, según el destino, será complicado encontrar tampones. También es recomendable llevar toallitas húmedas para poder mantener una buena higiene.