Planifica bien la ruta
Antes de salir de casa, es importante que te informes adecuadamente de qué zonas están confinadas y por dónde puedes circular libremente. Será muy importante que cumplas con la normativa para no tener problemas y, por supuesto, para no poner en peligro tu salud y la de los demás.
Hoy en día, existen numerosas aplicaciones que te permiten crear una ruta de antemano o, incluso, seguir una que ya hayan hecho anteriormente otros ciclistas. Algunas de ellas son Strava, Komoot o Wikiloc.
Si los bares están cerrados…
Según en qué Comunidad Autónoma te encuentres, te toparás con un problema: los bares o restaurantes pueden estar cerrados. Y más de uno se preguntará… ¿si estoy de viaje con mi bici, dónde puedo comer? Es fácil: muchas de las personas que practican el cicloturismo lo hacen de manera autosuficiente. Es decir, por ejemplo llevan un hornillo que les permite cocinar en la naturaleza. Si optas por esta opción, recuerda no dejar residuos por donde pasas y lleva siempre una bolsa donde tirar la basura que generes.
Haz una reserva para dormir
La situación de pandemia ha provocado que muchos hoteles se vean obligados a cerrar. Por eso, te recomendamos que cuando planifiques tu ruta tengas claro en qué localidad vas a parar a dormir y, para evitar contratiempos de última hora, hagas una llamada unas horas antes para asegurarte de que están abiertos y tienes una habitación disponible.
Lleva ropa adecuada para las condiciones meteorológicas que te vayas a encontrar.
Equípate adecuadamente
Aunque no vayas a alejarte demasiado de casa, hay equipamiento básico que siempre deberías llevar contigo. Entre ellos, como siempre, lleva un kit antipinchazos y una bomba de aire. La crema de protección solar también es muy recomendable (pese al frío o la lluvia, en cualquier momento puede pegar el sol con fuerza), ya que vas a pasar muchas horas al aire libre.
También te recomendamos que te vistas por capas. Lleva ropa adecuada para las condiciones metereológicas que te vayas a encontrar: ropa impermeable, de abrigo… e intenta no cargar con demasiados “por si acasos”. Recuerda que todo el peso lo vas a llevar tú… y lo tendrás que mover con la fuerza de tus piernas.
Por último, y para que tu espalda sufra lo menos posible, lo ideal es que lleves unas buenas alforjas o, en su defecto, ates con unos pulpos una mochila al portabultos de la bicicleta.
Viajar cerca no significa no conocer sitios nuevos
Y, lo más importante… No te frustres demasiado por la situación. La pandemia es, evidentemente, un asunto muy grave que está arruinando muchas vidas, pero si pedalear siempre mejora nuestro ánimo… todavía más en una situación así.
Es cierto que estamos mucho más limitados a la hora de elegir destino. Pero hay que aceptarlo, y también podemos intentar tomarlo como una buena oportunidad para conocer lugares próximos que, precisamente por eso, no habíamos recorrido hasta ahora. Todos tenemos cerca de casa caminos que, por un motivo u otro, nunca nos habíamos decidido a tomar. Alguna zona que nos han recomendado y a la que no hemos ido aún. Aprovecha este difícil momento para descubrirla.
Es algo repetido mil veces, y seguirá ocurriendo… Pero es cierto. Muchas veces viajamos muy lejos a la búsqueda de lugares impresionantes y, sin embargo, no conocemos los que tenemos más cerca. Esos que, por su proximidad, podremos convertir en destinos recurrentes. Esos que, por estar más cerca, no tienen por qué no dejarnos con la boca abierta cada vez que los crucemos.
Todos tenemos cerca de casa un camino que, por un motivo u otro nunca hemos decidido recorrer.
¿Y qué pasa si no puedo salir de mi localidad?
Intenta enterarte bien de los límites y evadirte en la medida de lo posible. Planifica bien tu ruta y trata de desabrir lugares nuevos. Si son conocidos, prueba a pedalearlos a otra hora… ¡un paisaje puede ser muy diferente al amanecer y cuando se va el sol, y si quieres más aventura incluso puedes plantearte quedarte a dormir en algún lugar! Prepárate un buen bocadillo. Carga el hornillo de gas y acompáñalo con una comida deliciosa. Y, por supuesto, consuélate pensando que cualquier trayecto en bici, aunque no sea muy distante, es una oportunidad de sentirte libre. Seguro que a la vuelta, aunque no hayas podido alejarte mucho, sientes que ha valido la pena.