Nada como la empatía para ser mejor ciudadano. La búsqueda de ese respeto mutuo está detrás de una interesante iniciativa que ha tenido lugar en Bogotá (Colombia) en el marco de la semana de la bicicleta. Por un día: los conductores de autobuses se pusieron en la piel de los ciclistas urbanos con un objetivo: entender los riesgos, los miedos y los retos que supone moverse en bicicleta por la ciudad.
El recorrido, en el que participaron 15 conductores, duró 30 minutos, tiempo suficiente para que muchos conductores cambiaran radicalmente su punto de vista y su opinión sobre los ciclistas. “Ha sido una experiencia muy positiva. Me ha permitido valorar más la vida y recordar que tengo familia que se transporta todos los días en bicicleta”, declaró al diario* El Tiempo* Jose Alberto Sánchez, instructor de conductores del Sistema Integrado de Transporte Publico de Bogotá(STIP).
“Como conductor, uno siempre está en la cabina y no sabe las dificultados que ellos tienen que pasar”
La iniciativa surgió como respuesta ante la indignación de muchos ciclistas locales, que denuncian que muchos autobuses incumplen las normas de tráfico poniendo en peligro a la creciente comunidad ciclista. Para Orlando Pérez, uno de los participantes, “lo más difícil han sido los cruces, pues algunos conductores no respetan las señales de tránsito”, lo que le llevó a experimentar “mucho temor” a ser arrollado. “Como conductor, uno siempre está encerrado en la cabina encerrado y no sabe las dificultados que ellos tienen que pasar”, explicó Pérez al mismo diario.
Tanto los participantes en el experimento como los ciclistas y vecinos aplaudieron la medida. Gloria Abril, vendedora ambulante del parque de los Periodistas, señaló que “este tipo de actividades deberían hacerse más a menudo. Los conductores casi nunca tienen en cuenta a los ciclistas, aunque a veces ellos también son imprudentes”. Por su parte, la secretaria de movilidad, María Constanza García, invitó a todos los ciudadanos de Bogotá a usar la bici y a quitarse los miedos, ya que muchos de ellos, en su opinión, son infundados.