"Queridísimas colaboradoras, clientas y amigas de la Pájara. Os agradecemos muchísimo vuestras palabras de apoyo y ánimo, se nos escapa una lagrimilla al leeros y ser conscientes de la buena gente que nos ha acompañado estos años y sin las que nos hubiera sido imposible llevar a cabo nuestro proyecto".
Este es el párrafo que recibe a cualquier usuario que intente entrar en la página web de La Pájara Ciclomensajería, una de las cooperativas más humanas que operaban en Madrid.
"Actualmente, debido a que en la última etapa fuimos un poco descompensados en las cuentas y a los costes derivados del cierre de la cooperativa, nos enfrentamos a una deuda con la administración pública" continúa el comunicado.
Son muchísimos los clientes (amigos ya) que La Pájara Ciclomensajería ha ido acumulando a lo largo de los años, pero no han resultado suficientes para las grandes sacudidas de las temidas cuentas de resultados.
"En otras ciudades, posiblemente más amables con la bicicleta y con las iniciativas económicas alternativas" comenta Joaquín, "existen proyectos que se han ido consolidando y reforzando gracias a capacidades propias y al apoyo institucional, además del apoyo incondicional de toda una serie de entidades, colectivos y redes a diferentes escalas".
No hay más que entrar en la pagina de Coopcycle donde se puede apreciar el número y la distribución de las cooperativas pertenecientes a la red, pero es casi obligatorio mencionar dos cooperativas hermanas de La Pájara Ciclomensajería, "aliadas de nuestro proyecto a lo largo de estos años: Mensakas en Barcelona y Eraman en Vitoria-Gasteiz" enumera.
"Decimos hermanas, porque compartimos y replicamos dinámicas muy parecidas: desde la visión política y empresarial de la actividad, la priorización de la dignidad laboral, la horizontalidad decisional y la promoción del cooperativismo en todos sus aspectos."
Sensaciones agridulces
Era el año 2018. Tras algún tiempo haciendo las cosas "un poco por su cuenta", nos cuenta Joaquín Galán, uno de los socios fundadores, nacía oficialmente La Pájara Ciclomensajería. "Fue una época maravillosa" recuerda.
"Íbamos todos en la misma línea, todos teníamos claro el proyecto que queríamos llevar a cabo: dignificar el oficio, ser 100% ecológicos, aportar, al fin y al cabo, nuestro granito de arena para dejar un mundo mejor".
"Queríamos dignificar el oficio, ser 100% ecológicos, aportar nuestro granito de arena para dejar un mundo mejor" (Joaquín Galán, La Pájara Ciclomensajería)
"Y nos llevábamos muy bien todos los socios fundadores". Esos socios eran (son) Martinho Correggiari (Búho), Antonio Sánchez (Garza), Cristina Robles (Colibrí), Joaquín Galán (Águila Calva) y Enrique Medina (Flamenco). Sí, todos tenían su propia ave, su propia pájara. Una suerte de mote ornitológico que les hacía diferentes. Después vendrían muchas más como Pabliño Rodríguez (Gorrión), Alexia Cresseri (Sinsajo) o Christian Osuna (Mirlo).
Los socios fundadores de La Pájara Ciclomensajería en una entrevista de 2018
"La última época, para mi personalmente, fue más dura" continúa con pena Joaquín. "El resto de los socios se fueron marchando, yo intentaba congeniar con la nueva gente y para mi fue muy difícil. La Pájara dejó de ser rentable", sentencia.
"Las compañeras que nos quedamos trabajando ya no estábamos tan alineadas y surgieron complicaciones que se sumaron a la presión de ver que el proyecto no era viable".
Como siempre, por todo lo alto
Su Instagram echa chispas en los últimos días, así que han decidido, como no podía ser de otra manera tratándose de La Pájara, celebrarlo por todo lo alto.
"¡Nos os vais a librar de La Pájara tan rápido! Ha llegado el momento de decir otro adiós" empieza el texto de su publicación. "Esta despedida la vamos a celebrar entre amigas, música y paella en la sede de Pedalibre (Calle Martínez Izquierdo, 53), con el apoyo del Taller Social ciclista de Guindalera, sábado 3 de Febrero, entre las 13 y 17h".
Pero, muy importante: es imprescindible, por razones obvias, registrarse, y lo tienes que hacer en este enlace.
"La última época, para mi personalmente, fue más dura" (Joaquín Galán, La Pájara Ciclomensajería)
Un empujón para su último vuelo
Ahora, La Pájara necesita que les ayudemos para que, definitivamente, puedan salir de esta situación volando, como han hecho siempre.
El emotivo texto que aparece en su web, termina diciendo: "Por ello vamos a abrir una ronda de recaudación. Os agradecemos infinitamente si nos pudierais echar un cable para poder hacer frente a esa deuda y poder cerrar la Pájara. ¡Mil gracias de antemano!".
Puedes echarles un buen cable en este enlace. Les decimos "hasta luego", porque seguro que les veremos subidos a una bici por Madrid cada cierto tiempo, pero abrazamos con mucha pena a todas las "pájaras" que componían la cooperativa.