Fue a principios de los años 70: Christiania, un barrio de Copenhague usado para alojar marineros, quedó vacío tras una decisión militar. Las barracas no tardaron mucho en ser ocupadas por cientos de jóvenes locales, que decidieron empezar a cambiar el mundo… Cambiando su vida: para empezar, nada de coches ni motos.
Seguridad y calidad para todas las necesidades
Hacían falta otros medios de transporte, y las bicicletas fueron las primeras en llegar. Pero no sólo bicicletas tradicionales, sino también vehículos lo suficiente fiables, robustos y seguros como para transportar objetos y, por supuesto niños. En 1984 la primera cargo (como fueron llamadas estas bicis de transporte) fue fabricada en serie: se cumplen ahora 30 años, pues, del nacimiento de la marca Christiania.
Las distintas necesidades han dado forma a un enorme catálogo, lleno de modelos y opciones
Tres décadas después, Christiania Bikes es conocida en todo el mundo. No es de extrañar: hablamos de vehículos usados y probados a lo largo de muchos años, fabricados a mano y de forma artesanal en Dinamarca y perfeccionados gracias a las sugerencias y demandas de miles de exigentes clientes. El chasis, los cromados, la pintura, los frenos… Todo en una Christiania Bike es sinónimo de seguridad, calidad, durabilidad y mínimo mantenimiento. Las distintas necesidades han dado forma además a una extenso catálogo, repleto de distintos modelos y opciones dirigidos a familias o profesionales.
Aterrizaje en España
Un producto de lujo que, desde hace unos años, ya puede comprarse directamente en España. Home on earth, una preciosa tienda situada en Barcelona (tienen dos locales, en el Raval y en el Gótico), importa más de diez modelos a nuestro país. Según nos explica Katy Thiers, “empezamos a traer bicicletas Christiania porque es un tipo de vehículo revolucionario y que cuadra con la filosofía de nuestra empresa: sostenibilidad, naturaleza, inspiración, bienestar o justicia”.
La web de Home on earth muestra un amplio abanico de opciones: triciclos, cargos de dos ruedas o trailers, todos ellos muy atractivos y absolutamente adaptables a cada necesidad gracias a la interminable lista de opciones y complementos. De 3 a ocho marchas, con frenos de disco hidráulico, con motor eléctrico… Las posibilidades son infinitas. Y, por supuesto, también la satisfacción, el ahorro y el respeto al medioambiente que supone tener una en casa y olvidar el coche. ¿Te apetece a ti cambiar el mundo?