Del resto de vehículos a motor, claro. Porque dichos carriles bici serán compartidos con otros usuarios, en este caso patinadores, skaters o usuarios de patinetes. Se trata de una experiencia piloto que destina un espacio en la vía pública para los ciclistas, pero también para otros ciudadanos que se desplacen en vehículos sin motor.
El proyecto, que ha sido calificado por el propio ayuntamiento como “experimental”, ha sido recibido con cierto escepticismo. Así, por ejemplo, algunos colectivos ciclistas se han preguntado cómo podrán compartir el mismo espacio las bicicletas y los skaters, que se mueven a velocidades muy distintas, y que incluso circulan de modos distintos. Así, por ejemplo, las bicicletas van rápido y en linea recta, mientras los patinadores y los skaters a veces tienen que ir haciendo eses para controlar la velocidad.
Además, existe cierta preocupación en Vancouver porque los skaters usen unas zonas destinadas a la circulación a hacer trucos y piruetas que pueden colisionar con el resto de usuarios del carril. Por otro lado, por supuesto, late detrás de la polémica la certeza de que los ciclistas no son los únicos usuarios que tienen derecho a un carril propio, y que su clásica reclamación de que la calzada “está para ser compartida” también tendría que ser aplicada en este caso.
Por un lado automovilistas, motoristas, taxistas, conductores de autobuses o camiones. Por otro, ciclistas. Y después, por supuesto, patinadores, skaters… ¡Y los peatones! ¿Cómo dividirías tú el espacio?