Cada día muere una persona atropellada en España. Y en el mundo, las cifras se disparan hasta límites bochornosos. Es por ello que Google ha patentado un curioso invento, el capó adhesivo, con el que quiere reducir los daños que sufre un peatón en caso de ser atropellado por un vehículo autónomo, en los que la compañía viene trabajando desde hace tiempo.
La patente, que fue concedida el pasado 17 de mayo según publicó la web The Mercury News, consiste en un gigantesco velcro situado en el capó. Una superficie pegajosa que evitaría que el peatón salga despedido en caso de ser atropellado por uno de sus vehículos sin conductor e impactase contra otro coche, el pavimento o el mobiliario urbano. De acuerdo con la descripción de la patente, el revestimiento de adhesivo puede ser activado al entrar en contacto con el peatón y es capaz de adherirse a su cuerpo de manera prácticamente instantánea.
A pesar de que el invento está pensado para los vehículos autónomos de Google, la compañía ha informado que la tecnología podría servir para cualquier tipo de coche. Eso sí, aunque la patente se ha registrado, no está claro que llegamos a ver el capó adhesivo en las calles. Un portavoz del conocido buscador ha declarado que “tenemos patentes en una variedad de ideas. Algunas de esas ideas maduran más tarde en productos y servicios reales, algunos no lo hacen “.
Tecnología imperfecta
Los primeros ensayos de los coches sin conductor de Google no han estado exentos de problemas. El pasado mes de febrero, uno de ellos chocó con un autobús en Mountain View, la localidad donde el gigante de Internet tiene su sede central. El coche terminó con todo el lateral izquierdo dañado tras la colisión, pero no hubo daños humanos. El autobús, en el que viajaban 15 personas, sufrió daños de escasa consideración.
Desde 2009, cuando comenzaron a circular de manera controlada por Mountain View los coches de Google, se han visto envueltos en un total de 341 incidencias, según un informe de la propia empresa. En 13 ocasiones se evitó el accidente gracias a que la persona que va dentro tomó el volante.