Todo comenzó hace ya 40 años en Bogotá (Colombia), donde se puso en marcha la primera ciclovía recreativa. El plan era sencillo: cerrar al tráfico algunas calles durante unas horas el domingo para que los peatones y ciclistas pudiesen disfrutar de ellas. Desde entonces, muchas ciudades han adoptado, con pequeños matices diferenciadores, esta medida: desde Ciudad del Cabo (Sudáfrica) a Los Ángeles (EEUU); desde Londres (Reino Unido) a la recién estrenada ciclovía de Antofagasta (Argentina). Desde septiembre, Calle Abierta también está en Madrid Madrid.
El Ayuntamiento de la capital puso entonces en marcha Pasea Madrid, nombre que ha dado a su ciclovía: todos los domingos, de 10 a 14 horas se cierra al tráfico el carril sentido norte del Paseo del Prado entre la glorieta de Carlos V (Atocha) y la plaza de Cibeles. Las ruedas que se han visto este otoño allí han sido de bicicletas, de patines, de skates, de carritos de niños, de andadores y de sillas de ruedas, en lugar de las habituales de coches y motos. Aunque el protagonismo se lo ha llevado esta ciclovía, el modelo se ha replicado también en otras zonas de la ciudad: Vicálvaro (Gran Vía del Este) y Vallecas (paseo de Federico García Lorca).
El objetivo de este Pasea Madrid, como en el caso de las ciclovías latinoamericanas o las open streets del mundo anglosajón, es devolver por unas horas el espacio urbano al ciudadano, combinando la parte recreativa con la social. En definitiva, que los conciertos que se han desarrollado en el Paseo del Prado y el mero placer de un paseo por esta gran avenida actúen de palanca en el debate sobre urbanismo y sostenibilidad.
El programa Cultural se ha desarrollado a través de Calle Abierta, gracias a la iniciativa de Ciclalab, un experimento social y empresarial que trabaja por la movilidad sostenible y la innovación: uno de los escenarios se alimenta de electricidad mediante el pedaleo de las bicicletas.
Tras dos ediciones los domingos 1 y 15 de noviembre, cierra esta semana su primera etapa de programación con tres nuevos conciertos gratuitos en la calle:
- Música nómada (10.30-12.00) – Potato Omelette Band. En bicitaxi a lo largo de Pasea Madrid, entre Atocha y Cibeles.
- Música en clave (11.00 a 12.00) – Cuesta de Moyano. Familia Fierraru.
- Cicloescenario (12.00 a 14.00) – Plaza de Murillo. Track Dogs. Escenario 100% sostenible alimentado por el propio público con su pedaleo.
Estos conciertos son los últimos programados en Calle Abierta hasta final de año. Tras esta cita el Ayuntamiento analizará los resultados de estas primeras semanas y valorará su continuidad. Con Alberto Ruíz Gallardón como alcalde, Madrid puso en marcha en el año 2003 una iniciativa similar en la Gran Vía. Entonces tuvo una vida efímera. En esta ocasión podría ser distinto.
CiclaLab – Calle Abierta en #PaseaMadrid 01/11/2015 from CiclaLab on Vimeo.